Tinkerbell.

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—Mierda! — gruñí luego de haberme quemado mi dedo índice.

Estaba en la cocina preparando el desayuno para Bianca y para mí, me adelante hacerle el desayuno para que así solo comiese y pudiese irse un poco mas tranquila a la universidad.

Me había quemado por culpa del sartén, ya había calentado y no me había dado cuenta, pensé que estaba en la llama baja, pero me equivoque, empecé a sofreír el tocino, le eche tomate, cebolla y un poco de ajo, espere que se sofriera para poder echar el huevo revuelto.

Al tener mis huevos revueltos con tocino, los eche en un plato al lado de las tortitas, la cocina olía deliciosa, esto se veía que me había quedado bueno.

Se me hizo raro que Bianca todavía no había bajado a desayunar, por lo cual serví los dos jugos y subí con nuestros desayunos a la habitación de Bianca, toque la puerta con los nudillos de mis dedos, pero al no escuchar ninguna respuesta pase.

Bianca se encontraba todavía dormida, aun no se había despertado y parecía que no lo iba hacer, me acerque a su mesita de noche y coloque el desayuno, luego me senté en su cama, me quede observando a Bianca, estaba preciosa dormida, dormía como un ángel, tenia el cabello revuelto y la boca un poco abierta donde por ahí salía un poco de baba, sonreí un poco mas al ver eso, saque mi celular del bolsillo y le tome una foto, foto que también le mande a Matteo por si ella llegase a pensar que soy un acosador, también lo pensara de Matteo.

Estaba pensando en como despertar a Bianca, ya se estaba acercando la hora de irnos por lo cual, la tengo que despertar, puede que le echase unas gotas de agua en el rostro, la despertase con un ruido y no sé, tenía muchas formas, pero ninguna las había hecho hasta el momento por el bebé, no quería que eso afectara al bebe y se llevase un susto.

De un momento a otro mi cara dio media vuelta a la izquierda, me estaba empezando a doler la mejilla derecha, sentí como se estaba empezando a enrojecer del dolor.

—¿Me has abofeteado? — pregunte sorprendido a una Bi recién despierta mientras me sobaba la mejilla.

—¿Lucas? — Bianca me ve sorprendida, de repente Bianca empezó a ponerse roja de la vergüenza — Lo siento mucho de verdad, sentí que alguien me estaba viendo y pensé que era otra persona, de verdad lo siento mucho—

—Pensé que estabas dormida— estaba un poco desorientado por la fuerte cachetada — además me has dado fuerte—

Bianca sonrió un poco a eso último, puso sus manos en mi mejilla y la examino con los ojos.

—No te preocupes, no va a pasar de un enrojecimiento— Bi me sonrió, pero luego cayo en cuenta de mi presencia en su habitación— ¿Qué haces aquí tan temprano? —

—Te venia a despertar, estaba pensando en como hacerlo, pero no sirvió de nada— respondí aun sobándome la mejilla — Preparé el desayuno para los dos, pero como no bajabas, pensé que era buena idea venir a desayunar aquí arriba—

Bianca volteo a ver su mesita de noche y confirmo que venia a traerle el desayuno, se puso mas roja de lo normal, estaba avergonzada de haberme dado una buena bofetada.

—De verdad que lo siento, perdóname, tu vienes aquí con buenas intenciones y yo te he recibido con una bofetada, que vergüenza—

—Tranquila, ya eso paso— le sonreí a Bi para tranquilizarla —Buenos días, Bianca—

Bianca sonrió— Buenos días, Lucas—

—¿Desayunamos para irnos? — pregunte viendo la hora en mi celular.

—creo que hoy no voy a poder ir— respondió y en eso me fije en algo que no había notado antes, Bi estaba un poco pálida, sudorosa y caliente.

—¿Estas bien? —

Dos cuerpos un solo corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora