Prólogo

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Pi... Pi... Pi...

El sonido inquietante del aparato se juntaba con el del reloj, como si ambos aparatos obtuvieran vida, se unieran para transmitir su mezcla por toda la habitación. Eso solo me generaba tensión. Juro que tenía las ganas de apagar, destrozar y lanzar esa maldita máquina contra aquel reloj. Ese sonido me perturbó en los últimos momentos de mi madre y volvían a torturarme una vez más. El monitor estaba jodiendo. No quería continuar escuchando esos pitidos que, en cualquier momento, podrían enloquecer, al igual que yo.

Tic... Tac... Tic... Tac...

Escucho los chasquidos de las manecillas del reloj, advirtiéndome de como los segundos iban muriendo fugazmente a medida que el tiempo avanzaba, segundos perdidos. Es tan irritante y muy sofocante escucharlos. ¿Han pasado por una situación similar? En la que sabes que el tiempo va rápido, de manera fugaz, pero no te importar por qué piensas que tienes todo el tiempo del mundo; Quizás si los estés aprovechando y viviendo al máximo cada maldito segundo; Viviendo distintas experiencias que, de vez en cuando, pueden llenar ese vacío.

Tic...Pi...

Jean... Jean —No sé si mis oídos se taparon, o solo escucho el pitido del monitor.

Mi cuerpo se estremeció por el miedo. Con un solo parpadeo me tragó el tiempo, alejándome de mi sitio en donde yacía sentado, a un lugar más viejo. A un mal recuerdo.

—Jean —Llamó mi padre. Llevaba desesperación consigo, noté a leguas que estaba dando su mejor esfuerzo para mantener la calma y no entrar en pánico —Jean —Volvió a repetir. Eleve mi rostro hacia él —Ya... —se tomó su tiempo, mordiendo su labio inferior mientras apartaba la mirada por unos segundos —es hora, debemos... Despedirnos de tu madre.

Puedo sentir mi corazón sobresaltando mi pecho y como el fuego empezaba a quemar mi garganta. Esta sensación tan... pesada en el estómago es muy similar a la culpa, ¿Es acaso el miedo, la angustia, la tristeza? ¿O es una mezcla de todo?

—No, no —Dije, agitando mi cabeza con lentitud. Mis ojos se humedecían, mientras me decía a mí mismo "Ella va a seguir viva", aunque, en lo más profundo de mi pecho, y con mi cabeza siendo más realista, estaba seguro que iba a salir de aquella camilla... muerta.

Mi padre me abrazo, en un intento de consuelo.

Nos dimos un espacio y me miro a los ojos.

—Jean-Luc Peter Labrador. Ve, mira a tu madre a los ojos, toma su mano y dile "Adiós" o- o... o ¡ella no estará tranquila! ¡No descansará en paz, ella seguirá agonizando! ¡Así que comportante como hombre y despídete de una maldita vez! —Exclamó mi padre casi tartamudo. Retrocedí. El cerro los ojos con pesar, mientras se daba la vuelta y posaba las yemas de sus dedos sobre su clavícula nasal.

Père lloraba en silencio.

—Solo... ve hijo, es lo único que te pido.

El sudor recorría cada fibra de mi cabello, al igual que los escalofríos en mis extremidades. La densa situación era demasiado para mí, era como ahogarme a miles de kilómetros bajo el mar, en donde la presión es alta y solo muele tus huesos, hasta quedar aplastado.

Con temor, a lo que sea que iba a ver. Entré.

Lo siguiente que observe, fue a... Bluey. Recostada en la misma camilla; Con las mismas facciones de alguien que no ha comido bien en semanas. Respiraba con gran dificultad, como si sus pulmones se hubieran encogido de tal manera que la asfixiaban. No fue algo con lo que hubiera deseado ver. Tenía una mezcla de sentimientos encontrados dentro de mí que erizaban mi pelo y empujaban las lágrimas las que tanto me esforcé por retener...

Me cuestiono y pregunto. "¿Cómo diablos te puedo salvar?"

Volví a la actualidad.

Pero la imagen que se me presentaba, no era la que esperaba... Era similar al de mis recuerdos, que parecieran mezclarse con los de otros.

Esta vez resistía ante cualquier impulso de marcharme y me esforzaba por quedarme allí, acompañándola, sin importar lo agotado que este. Ignorando por completo el dolor de mis extremidades por lo jodido que fueron las horas laborales en estas últimas semanas; Dejando de lado mis ojos cansados que se volvían pesados como una roca, y es que todo lo que siento, no se compara por lo que ella está pasando.

Al menos no todo era malo. Ahí yacía su cuerpo acalorado, respirando con tranquilidad, y con su hermoso pelaje algo desenredado. Contemplo su hermoso rostro mientras sujeto su cálida mano, para que supiera de mi presencia, y la acariciaba con dulzura. Cada que ella pareciera tener una pesadilla, acerco mis labios a sus oídos y le susurro, "Estoy aquí, estoy contigo" eso siempre la calma. Ella apegaba su frente en mi barbilla, y vuelve a relajarse para retomar a su plácida siesta.

Solo deseaba que su sufrimiento acabase, pero no en ese sentido. Yo deseo que permanezca a mi lado: que continúe con nosotros de este lado, que logremos salir victoriosos de esta situación, verla feliz, con energía, con su hermosa sonrisa que tanto me enamora y contagia, porque...

Mi querida Bluey, eres creativa, tanto que eres la primera persona que pasa por la mente de los niños y los hace pensar "Ey, mamá conoce juegos divertidos". Eres quien más los incentivas a estudiar, pero sin dejar de lado su creatividad, su inocencia, su niñez. Tus tonterías son las que me generan mil y una sonrisas que enternece mi blando corazón. Eres la persona quién me ha dado las fuerzas para superar obstáculos y afrontar nuevos desafíos. Solo contigo quiero amanecer todos los días, quiero saborear las brisas mañaneras que se acolan por nuestra ventana, verte disfrutar a ti y a los niños de un delicioso desayuno que los haga sonreír al inicio del día y los prepare para los nuevos desafíos que afrontaran.

Porque...

Eres mi esposa, eres mi vida.

Y sin importar lo mucho que me duela el cuerpo, lo jodidamente frustrado que podría estar por lo que me rodea o lo cansado que esté, al punto de desplomarme, no dejaré de batallar por ti. Incluso si me llegan a tumbar y no tenga forma de pararme, ya sea arrastrándome como un pequeño gusano en lodo o cualquier otra cosa, lucharé por tu vida.

¿Cómo llegamos a esta situación?

¿Cómo sigo en pie? Y ¿Por qué lo estoy?

Sombras Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora