Capitulo 9

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En medio de las penumbras, iluminado con el poco brillo de la luna y las estrellas, observaba mi casa: oscura y vacía. No tardo en estar frente a la puerta, y sentir que iba a entrar a un cementerio lleno de recuerdos muertos...

Al entrar, percibo esa atmosfera pesada y algo asfixiante. Cada paso que daba, era un aumento en la presión que buscaba aplastar mi adolorido cuerpo. ¿Cómo diablos continúo parado?

Recorro cada centímetro de la casa, pasando por la cocina, sala, comedor, salón de juegos, los pasillos, que conectaban con el cuarto de mis niños y, por último, la habitación que comparto con mi esposa.

Con dificultad, voy sentándome en el colchón, arrugando las sábanas en el proceso. Mis ojos suplican por cerrarse, pero aquel sueño se interrumpe por la notificación que llega a mi celular. Apenas enciendo la pantalla, observo "despedido".

Dejo caer mi cuerpo, como un peso muerto sobre el colchón. Ya no tengo tantas fuerzas como para frustrarme, simplemente estoy cansado. Quien diría que, solo por faltar un día, me castiguen así. Adiós al empleo nocturno.

Las consecuencias de mi pendejada me agreden...

Y cuando estoy a punto de cerrar los ojos, de una vez por todas.... La foto familiar interviene en mi visión. Acostado boca arriba y mis ojos clavados en esa foto, veo a mi familia, a la que me costó tanto formar: mi niña, optimista y bondadosa, mi hombrecillo, valiente y creativo, mi esposa, amable y determinada. Todos ellos, especiales para mí....

"¿Como el héroe de la historia?" Parecía un susurro al oído.

Inhalo, fuertemente. Exhalo.

Me incorporo en el colchón, clavando mi vista al celular y en aquel número del empresario. ¿Realmente es la única opción? No lo sé, no estoy viendo claramente el panorama, o simplemente, ya ha sido nublada por la oscuridad y maldad que yace en mi mundo.

"¿Qué es lo que haría un héroe?" Me pregunto, pero ese pensamiento es completamente rechazado al escuchar a Bingo: "Ellos no necesitan un héroe, necesitan a su padre"

Dejo caer mi mirada ante la confusión y la frustración, logrando intensificar el dolor en mi cabeza y arder mucho más mis ojos ligeramente rojos.

"Jean" La voz de mi padre persiste como la alarma de mi despertador, llamándome a cada rato, quizás, pidiéndome algo o, tal vez, sea mi cabeza intentando destruirme.

Sin muchos ánimos, vuelvo a levantarme, abrir el armario, y sacar de su escondite, una caja.

Dentro yacia aquella figura de madera, con el ala partida y con un sentimiento oculto en sus entrañas. Un sobre de papel lo acompañaba. Sobre, que no quise abrir, al que simplemente lo dejé y escapé, otra vez...

Pero ya no, no puedo, aunque quisiera. Me veo obligado ante mi "paranoia" tomar de una vez por todas, aquel sobre.

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Para Jean Luc

Escucho la voz de mi padre, pronunciando lo escrito.

Acaricio el sobre con mi pulgar antes de disponerme a abrirlo y ver mejor su contenido.

Jean... Debes estar sufriendo mientras lees esto, e, intente decírtelo. La muerte siempre llega. Debes estar aterrado, frustrado, triste y enojado, como toda persona.

Dejo caer dos grandes cajas frente a mí en medio de la sala, mientras dejo que mi vista se pierda en todo lo que me rodea.

A veces pienso en lo que alguna vez dijo tu madre: "la vida es como una montaña rusa". Y tiene razón, nosotros estamos en el vagón de la vida, del que no podemos bajar una vez que subimos. Está llena de emociones en cada desviada, bajada, incluso en las subidas. Emociones que pasaron por sorpresa y nos marcaron fuertemente.

Sombras Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora