Capitulo 4

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Para el animal.

Recuerdas aquellos días en la que pasábamos el tiempo en el gimnasio, en el que eras desplazado los primeros días por el resto, ya que, admitámoslo, tus primeros días ahí daban mucha lastima, era igual que ver un palillo intentado levantar una pieza de metal. Estaba seguro que te ibas a partir la espalda. Pero no fue así. Tu continuaste, hasta adaptarte al nuevo entorno.

He de admitir que antes te detestaba y que solo te veía como un rival a vencer para ganar el corazón de Bluey. Pero, después de esa semana en la que convivimos pude sentirme identificado contigo, en algo específicamente.

Ambos estábamos perdidos, como si hubiéramos estado atrapado en un laberinto, sin tener alguna idea de cómo escapar. Ambos no sabíamos que iba hacer de nuestro futuro y nos aterraba la idea, porque todavía no teníamos ningún plan de lo que íbamos hacer. Estuve por mucho tiempo, intentado hallar un camino en el que mis padres se sintieran orgulloso, pero nunca había estado convencido. Y me alegro saber que no era el único con ese problema.

La verdad, nunca creí que tus gustos por la naturaleza eran porque sentías que, de alguna manera, eso mantenía el único lazo que había entre tú y tu difunta madre. Pero, la vida continua.

Lo que quiero decir con esto, es que, siempre habrá momentos en el que nos sintamos perdidos, en el que creemos que lo único que podría ayudarnos a escapar es con lo único que conocemos. Pero esa regla nunca se ha aplicado en ti, porque, tú siempre intentaste tener una mente abierta ante el mundo tan gigantesco que nos rodea y que nos aterra; Y es gracias a eso que lograste aprender nuevas cosas que te ayudaron a adaptarte a tu entorno a pesar de lo difícil, doloroso, y cansado que puede llegar a ser.

Y dicho eso, te advierto que si, en algún momento, veo que, en vez de estar saliendo del laberinto, te adentras más, voy a estar ahí, jodiendote lo necesario para que veas y revises a tu alrededor para que encuentres el camino necesario.

No te lo digo a menudo, pero... me alegra y aprecio que seas mi mejor amigo.

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La música resonaba por toda la habitación, las pisadas de los tacones rebotaban a medida que las personas se movían al flujo de la música.

Ahí estaba yo, caminando en completa cautela por los rincones, intentando no llamar la atención del resto y permitiéndoles que disfruten del baile de graduación. La bebida fría congelaba el pelaje de mi mano y mis ojos estudiaban a mis compañeros y compañeras universitarios que disfrutaban del baile y de su presencia. Yo también iba a por ello, de hecho, iba en camino tal como lo concordado.

No tardé en imaginar y añorar a aquella persona que siempre sobresaltaba mi pecho. Bluey.

Mi celular vibró en mi bolsillo, y, coincidentemente, me topé con la sorpresa que trataba de un mensaje de la Heeler. Mi cola se meneó mientras apreciaba el celular.

"A la azotea, ahora" decía.

Arquee una de mis cejas mientras me preguntaba a qué tejado se refería. Una idea vaga paso por mi mente.

Extrañado y confundido, subí. Lugar que era cubierta por la luz de luna, que resaltaba las plantas que yacían en macetas de barro. Aquel sitio me recibió con una fría brisa nocturna que rodeó todo mi pelaje. También había un tejado sobre un piso de madera, y, en medio, una pequeña mesa y asientos que se utilizaban para pasar el rato, ya sea conversando o bebiendo.

Empecé a buscar con desesperación cuando mi olfato se percató de su aroma.

—¿Buscando algo? —Escuchar su voz sobresaltó mi corazón, y, me hiso desprender una enorme sonrisa al igual que el meneo de mi cola.

Sombras Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora