Capitulo 15

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—¿Qué? ¿Escuche bien?—Pregunto Isaac. Su expresión expresaba lo que estaba sintiendo en ese momento.

—Así es. Lo lamento. Estoy segura de que se recuperará pronto. El estado de coma dura mas o menos unas dos o cuatro semanas, pero...

—¿Pero?

—A veces pueden ser...años. ¡Pero este no será el caso! Debemos tener esperanzas de que todo estará bien—Rubí se acerco a Isaac y le dio un fuerte abrazo.

Isaac se aferro a ella, tratando que las lágrimas que tenía en los ojos no salieran. ¿Cómo que estaba en coma...?

—Todo va a estar bien—Aseguro ella, abrazando a su hijo.

Después, un guardia la llamo así que tuvo que irse. E Isaac se quedo solo en su habitación. Al menos Adam seguía vivo, pero...no sabía por cuanto tiempo podría ser así. Se levantó de donde se había sentado y salió. Luego, fue hacía donde los doctores estaban atendiendo. Se metió en la habitación donde sabía que estaba Adam, sin que los doctores lo vieran.

Se sentó en una silla que había por ahí y se quedo en silencio. Le dolía, no podía negarlo. ¿Y que hacía allí si le dolía? Ni idea, pero quería permanecer con él aunque Adam no lo supiera. Simplemente, se quedo allí. Al menos por un rato quería quedarse allí...

De repente todas las esperanzas de poder casarse y vivir en paz se esfumaron. Repentinamente, todo había cambiado muy bruscamente. Y no quería eso, no quería que esa esperanza desapareciera tan de repente...pero eso había pasado. Esa esperanza había desaparecido repentinamente.

Bien podía ocurrir que Adam se recuperara. Pero...¿Y si no? ¿Y si eso no ocurría? Entonces, él...no sabría que hacer.

Isaac no contuvo mas sus lágrimas. Solo se llevo las manos a la cara y se quedo en esa posición por un rato. Quería tener esperanzas de que Adam se recuperaría, pero...no tenía muchas esperanzas. Al menos en ese momento. Y le dolía, por que sabía que ahora su vida podía correr riesgo. ¿Qué haría si Adam...ya no estuviera con él? ¿Qué haría? No lo sabía.

Un buen rato después de estar ahí salió y, para su suerte, nadie lo descubrió. Tampoco le hubieran dicho algo malo si lo descubrían, pero él no tenía ganas de hablar con nadie. De echo, cuando Lorenzo se acerco a él (probablemente ya sabía lo que había ocurrido) le dijo, simplemente, "ahora no". Tenía ganas de estar solo...de no hablar con nadie.

1 día después...

Isaac volvió. Se quedo sentado otra vez. Luego pensó en algo que había leído. Y, aunque no sabía si Adam lo escuchaba o no, decidió arriesgarse y hablar. Quizá no lo escucharía, pero valía la pena intentarlo.

2 días después...

Isaac hizo lo mismo...

8 días después...

Isaac hacía lo mismo...y entonces decidió preguntarle a un doctor por el estado de Adam. También le pidió que se lo dijera directamente, sin importar si eran buenas o malas noticias.

—Su estado sigue igual, príncipe. Sin embargo...de vez en cuando empeora. Pero no se preocupe, estaremos muy atentos y estará bien—Le aseguro el doctor.

Isaac no dijo nada, solo asintió y se fue. Entonces, en el pasillo, capto algo que le llamo la atención.

Un guardia, que supuestamente tenía que vigilar el castillo, se encontraba bebiendo. Bebiendo cerveza o alguna cosa así. Levanto la vista y se sorprendió, ya medio borracho, al ver al príncipe.

—¡Disculpe, príncipe! Yo...mis compañeros están haciendo un excelente trabajo, por lo que decidí tomarme un descanso. De verdad, lo lamento. Tome si quiere, yo seguiré con mi trabajo. Pero no le diga a nadie, por favor—El guardia dejo la botella, medio llena, de cerveza allí y se fue.

ProhibicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora