Max se despertó por los gritos. Estaba acostumbrado a que eso sucediera. Y esos gritos ni siquiera iban dirigidos a él, pero se escuchaban muy claro. Se preparo para levantarse y espero a que su padre dejará de gritar y se calmará un poco. Claramente debía de estar molesto con su madre nuevamente, pues ella no paraba de emborracharse.
Desde que era niño sus padres nunca le habían demostrado ni un poco de cariño. Su madre estaba borracha siempre y lo criticaba. Incluso cuando no estaba borracha lo hacía. Su padre trabajaba la mayoría del tiempo y luego se quejaba de su familia y también lo trataba mal. A él y a su madre. A los dos.
Su vida no era particularmente alegre, pero todo cambiaría pronto. Se convertiría en guardia y podría pasar mas tiempo trabajando que con sus padres. Pensando en eso, fue a donde estaban sus padres y se encontró con la escena de todos los días; su madre tomando y su padre sin parar de insultar por una cosa o la otra.
Sabía que todo se pondría peor si lo decía, pero de todas maneras debía decirlo en algún momento.
—Últimamente paso mas tiempo fuera de casa que antes—Empezó—. Y eso es por que estoy entrenando. Entrenando para ser guardia en el castillo de los reyes. No se todavía si quede para trabajar ahí, pero según alguien de allí hay muchas posibilidades de que me acepten.
Y entonces comenzó todo, como lo había supuesto. Su padre se enojo con él y comenzó a insultarlo de varias formas diferentes, entre ellas diciendo que era un inútil y que jamas podría ser un buen guardia. Su madre apenas le presto atención y, si lo hizo, pareció enfadarse. Max suspiro y dejo que su padre descargara su enojo a través de insultos y gritos hacía él. Quejarse, de todos modos, no iba a servir para nada.
Se distrajo observando una foto. Una foto donde estaban sus padres, él mismo y un niño mas. En ese momento de la foto, Max debía de tener 6 años y él niño que estaba a su lado 8. Recordó los momentos donde habían jugado, por esa época, a ser guardias. Desde niños, él y ese niño habían querido ser guardias...pero solo uno de los dos lo lograría.
No pudo evitar recordar el accidente. Ese maldito accidente donde ese chico, ya de 18 años, murió antes de poder lograr lo que quería. A sus padres no le gustaban hablar de eso, ni siquiera iban al cementerio...prácticamente actuaban como si Max nunca hubiera tenido un hermano mayor que murió.
Era cierto que ver esa foto le traía malos recuerdos, pero no quería hacer de cuenta que su hermano nunca había existido. Quería recordarlo, no ignorar todo lo que había sucedido como si jamas hubiera existido. La verdad, a su padre si le había dolido y quizá por eso prefería ignorar lo sucedido. En cambio, su madre bebía tanto que ni siquiera sabía si le había dolido la muerte de su hijo mayor o no....
—¿Desde cuando quieres ser un maldito guardia?—Pregunto su padre, logrando sacarlo de sus pensamientos.
—Desde siempre. Cosa que sabrías si...no importa—Descarto el comentario. En ese momento, no necesitaba empezar otra pelea—. Desde hace mucho que quería ser guardia. Y ahora estoy a un paso de lograrlo. No importa lo que digas, lo haré y ya—Decidió.
De esa manera, quizá podría lograr tener una vida mejor. Y podría descansar de su padre que se quejaba de todo y de su madre borracha. Podría tener su propio dinero, su propio hogar... La idea le hacía mucha ilusión y no pararía hasta lograrlo.
Luego lo logro. Poco a poco, fue consiguiendo mas y mas...y aunque no le agradaban sus padres, no pudo sentir algo de pena cuando se entero de que ambos habían muerto. Después paso lo de Lorenzo, entre otras cosas, y años después su hija. Finalmente había logrado la vida que tanto quería, había cumplido su objetivo...aunque su hermano no haya podido.
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Prohibiciones
RomanceDos hombres se aman. Sin embargo, su amor esta prohibido. ¿Podrán estar juntos? (Entrar en la historia para la descripción). Por cierto, hay criaturas sobrenaturales (hombres lobos, vampiros, etc) NO quiero copias, adaptaciones o algo como eso, la...