—Claro, vamos por unas hamburguesas —respondió Max, con una sonrisa que iluminaba su rostro. Estaba emocionado, no solo por la conversación que acababan de tener, sino porque sentía que por fin había algo concreto entre ellos.
Ahora solo se tenía que preocupar por una cosa, ganar para estar con Bradley, o bueno, eso pensaba.
Porque creyó que el hecho de explícitamente ser novios los haría actuar explícitamente como novios, ¿no?.
Pues al llegar al lugar que Bradley había seleccionado, se estacionaron y bajaron del auto. Max, sintiéndose valiente, intentó tomar la mano de Bradley al caminar hacia el restaurante, pero Bradley la retiró rápidamente casi por instinto.
Aunque obviamente Max se sintió herido, trato de no pensar demasiado sobre eso, tal vez lo había hecho por inercia ante la costumbre de mantenerlo en secreto. El hecho de que Bradley haya escogido la mesa más oculta era otro hecho que intentaría ignorar.
—¿Qué vas a pedir?— Bradley fue consiente de lo que acababa de hacer, así que intento romper el hielo que ese incidente había creado.
—Hamburguesa doble, me muero de hambre —respondió Max, aún pensando en lo que acababa de pasar afuera.
—Buena elección —dijo Bradley, tratando de sonreír. Sonrisa que fue devuelta por Max, tratando de alejar los malos pensamientos.
No tardo mucho antes de que un mesero tomara su orden y se retirara, comenzaron a hablar de temas no tan importantes, y parecía que la tensión de esa situación se estaba desvaneciendo. Desvaneciéndose hasta que la puerta del restaurante se abrió de par en par.
Era Tanque, acompañado de quien tanto Max como Bradley reconocieron como la chica que Tanque beso en la fiesta.
—¡Hey, Brad! ¿Qué haces aquí? —Tanque se acercó con su típica sonrisa despreocupada.
Bradley se tensó, inconscientemente alejándose de Max casi de inmediato. —Nada, solo comiendo algo. ¿Qué tal tú?
—Una cita— alzo las cejas coqueto señalando con la mirada a la chica con la que venía, la cuál hablaba por teléfono. En ese momento Tanque noto la presencia del otro chico.—¿Qué tal, Max?
—Bien, gracias —respondió Max, tratando de mantener la calma.
Tanque no parecía notar la incomodidad de Bradley y siguió hablando de tonterías hasta que de repente dijo: —¿Y ustedes dos? ¿Saliendo juntos?
La pregunta cayó como un balde de agua fría. Max miró a Bradley, esperando su reacción, pero Bradley parecía congelado.
—Sí, algo así —respondió Max, sin poder evitar que su voz temblara un poco.—cosas de la competencia.
—Bueno, espero que estén listos para ganar. Sabes que siempre apostamos por ustedes bebé —dijo Tanque, golpeando ligeramente a Bradley en el hombro. Max tuvo el pensamiento intrusivo de golpear a Tanque en la cara, al oír llamar bebé a su novio.
—Puedes asegurar esa apuesta Tanque— afirmo Bradley a lo que Tanque hizo un puchero.
—Bro, ¿Me odias? O porque me llamas Tanque y no bebé— Max se sentía cada vez más incómodo. Bradley no sabía donde meter la cabeza.
—No voy a llamarte así enfrente de tu chica, idiota— Realmente Bradley había dejado de llamar bebé a Tanque desde que empezó a cobrar otro significado con Max, pero no tuvo el coraje de decirlo.
—A ella no le importa—La chica que estaba alejada hablando por teléfono saludo a los chicos con la mano desde lejos al ser nombrada— bros before...
ESTÁS LEYENDO
A TU MERCED // MAXLEY
RomanceBradley tiene una nueva oportunidad de recuperar su estatus, aun si eso implica perder su orgullo ante Max. Quedando a su merced, estará dispuesto a todo.