Capitulo 20

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Bradley se sentó en la pequeña sala de interrogatorios, con las esposas ajustadas a sus muñecas, sintiendo el peso de todo lo que había pasado en las últimas horas. La adrenalina de la carrera y la euforia de haber visto a Max se desvanecían, reemplazadas por una abrumadora sensación de cansancio y ansiedad. El ambiente era frío y opresivo, las paredes desnudas y la luz fluorescente parpadeante contribuían a la sensación de claustrofobia.

El agente López, al cual ya había observado lo suficiente como para describir como un hombre algo mayor con una mirada que aunque no fuera hostil era firme.

—Bradley Cremanata... —Hizo una pausa antes de leer sus documentos —Tercero, ¿sabe por qué está aquí? —preguntó López, sin rodeos.

—Sí, sé por qué estoy aquí —respondió Bradley, tratando de mantener la calma

—Entonces, sabes que necesito que seas sincero con nosotros. Todo lo que digas aquí puede ayudar no solo a ti, sino también a aclarar las cosas sobre las actividades de tu padre —dijo López, abriendo la carpeta y colocando algunas fotos y documentos sobre la mesa.

—Entiendo. Pregunte lo que necesite saber.—Quien nada debe, nada teme y aunque él supiera que no estaba involucrado directamente igual se ponía ansioso, pero tenia que detener esa bola de nieve de mentiras.

—¿No prefiere esperar a su abogado?— cuestionó, Bradley supo que si un abogado llegaba sería solo alguien contratado por su padre para que no dijera nada.

—No es necesario — Lopez asintió y con la llave de su bolsillo le retiro las esposas, Bradley se sobo las muñecas y el agente prendió la grabadora.

—Bradley, necesitamos que nos cuentes todo lo que sepas sobre los negocios de tu padre —comenzó López con un tono calmado pero firme—. Cualquier detalle, por pequeño que sea, puede ser útil.

—Mi padre, siempre fue muy reservado con sus asuntos —dijo Bradley, con la mirada fija en la mesa—. No hablaba de sus negocios en casa y siempre mantenía los documentos bajo llave. Alardeaba de sus logros, no de como los conseguía. Usted sabe, su filosofía era ganar a cualquier costo.

—¿Nunca te pareció raro?—Cuestiono y Bradley pareció dudar.

—Había cosas que parecían sospechosas. Pero realmente es como ha actuado toda la vida, nunca me lo cuestioné realmente.

—¿Podrías ser más especifico?

Bradley sacudió la cabeza—. No tengo muchos detalles. Solo veía fragmentos, como transferencias bancarias grandes y documentos que no parecían oficiales. Escuchaba nombres, pero no puedo pensar en alguien en especifico.

El agente López lo miró con interés—. ¿Intentaste confrontarlo sobre esto?

—No, el era alguien... imponente, aunque yo también tengo un carácter fuerte, siempre me decía que no me metiera en sus asuntos, que eran cosas complicadas de negocios y que yo... yo no tenía lo suficiente para entender.

López hizo una pausa, considerando sus palabras—. ¿Qué pasó la noche en que decidiste huir? El día que nos llamaste.

Bradley se tomo el tiempo de relatar todo, historia que tuvo que contar alrededor de 5 veces. Volvían a preguntar las mismas cosas y el cansancio físico y emocional empezó a cobrar factura.  Fueron horas antes de que el agente por fin pareciera m terminar.

—Vamos a necesitar tu cooperación continua mientras construimos el caso contra tu padre. —El agente se había levantado de sus silla y volvió a tomar las esposas.— Es parte del procedimiento, vamos a necesitar que ocupes una celda temporal, solo por precaución.

A TU MERCED // MAXLEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora