Sam siempre quiso un bebé.
Al principio se sintió un poco desanimada cuando los directores de los orfanatos les negaban adoptar a un niño, porque según ellos; no eran una buena influencia. Amenazó con demandarlos y mandarlos a Saturno, pero Mon no se lo permitió.
Luego de varios meses sin éxito, quiso darse por vencida, incluso si las ganas de querer ser madre se mantenían intactas sobre su ser.
Por eso, cuando Mon le informó sobre el método ropa, se emocionó demasiado, al punto de viajar a Estados Unidos a tan solo 3 segundos de haber recibido la noticia, sin dejar que su esposa le diga de dónde y de quiénes lo escucho.
― Sam, tranquila. ― La chica de rosa puso su mano sobre la inquieta mano de Sam.
Hace poco habían abordado el avión, y la alta no dejaba de moverse de un lado a otro, preguntándole a los demás pasajeros qué nombres son bonitos para un bebé.― ¿Qué tal Makki? Se escucha adorable. ―
― Sam, no sabemos si será hombre o mujer. Además, aún nos falta encontrar un donante. ― La empresaria pareció pensarlo un momento, calmando un poco a su esposa, pues pensó que al fin dejaría su hiperactividad para otro momento.
Pero es Khun Sam. Una mujer que desea ser madre desde que se casaron.
Sam se paró en su asiento, sosteniendo su peso sobre sus rodillas, mirando a la persona que estaba atrás suyo.
― ¿Qué haces...? ―
― Oiga, señor, ¿Usted no quiere ganarse 30 000 bats siendo nuestro donante? Obviamente mis genes van a actuar mejor, porque usted está horrible. Mi hermana diría que tiene una cara básica y fácil de dibujar hasta en miniatura, pero tampoco puedo ponerme muy exigente o mi esposa me matará. ―
― ¡Khun Sam! ―
― ¿Y ahora qué hice? ―
― ¡Siéntate bien ahora mismo! ― Su esposa hizo lo que le ordenó rápidamente. Ahora fue ella quién se levantó, pero a disculparse con el ofendido pasajero. ― Lo lamento, usted es hermoso a su manera. ― Y volvió a su asiento.
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¡𝗞𝗵𝗎m 𝗦𝖺𝗆!
Fanfiction― ¡¿Esto lo firmó Cleopatra o porque es tan caro?! ― Si no puedes pagarlo entonces aléjate de mi hija. ― ¡Khum Sam!