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― Se me olvidará que somos amigas si tu chichobelo actualizado sigue mirando de esa forma a mi princesa. ― A-Nueng bufó con molestia.
Habían llegado al hospital al mismo tiempo, al fin pudo conocer a la hermosa niña de la que tanto se quejaba Lada. Un amor si se lo preguntan a ella. Curiosamente, cuando Lada quiso demostrarles que Alpha la odiaba y que estaba fracasando como pediatra, esta se quedó tranquila e incluso llegó a sonreírle.
Raro.
Sí, raro. Hasta que se dieron cuenta de que estaba realizando algún tipo de cortejo bebé al mostrarle su buen comportamiento a Charoen.
― Claro, ahora saco mi bat de béisbol y noqueo a mi hija.
― ¡Esa es una excelente idea!
― ¡Lada! ― La doctora dejó de querer golpear a su amiga para prestarle atención a su esposa. ― Si vas a practicar técnicas autodestructivas que sea sola, pero ten cuidado con mi niña. ― Earn le quitó a su hija y fue a sentarse junto a A-Nueng.
― ¡Aleja a tu mujeriega de mi pequeña!
― ¡No le grites a mi mujer!
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Mon buscaba con todas sus fuerzas una razón para no matar a la mujer con ojitos de cachorro con la que decidió casarse.
― ¿Entonces...?
― Se duplicó, ¿Cierto, A-Nueng?
― Ah... ¿Sí?
― ¿Me lo estás preguntando o afirmando?
― ¿Ambas?
― Vete de aquí por favor. No cooperas con mi plan y eso que parece drogada por la operación. Debería ser un blanco fácil. ― Sam comenzó a empujar ligeramente a la menor.
― ¡Sam!
― ¿Qué? ― La carita de inocente le hacía pensar que, si Sun se había escondido, existía la posibilidad de que Dahwan también lo haya echo.
