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Se quedaron en silencio, allí en la oscuridad, no se sentían incomodos, pero había tanto que decir y ninguno de los dos sabía cómo sacarlo, entonces, cuando Crowley se hubo aclarado la garganta para hablar con Aziraphale y este también tenía las p...

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Se quedaron en silencio, allí en la oscuridad, no se sentían incomodos, pero había tanto que decir y ninguno de los dos sabía cómo sacarlo, entonces, cuando Crowley se hubo aclarado la garganta para hablar con Aziraphale y este también tenía las palabras en la punta de la lengua una luz amarilla apareció llamando su atención. Los dos dirigieron su atención a la ventana y a través de ella comenzaron a ver algo catastrófico. En distintos puntos de la ciudad se comenzaron a haber explosiones y con estas se levantaban grandes llamaradas, la autopista que había Sido construida como trampa por culpande Crowley nuevamente se encendió en un halo de fuego.

Ambos estaban de pie allí, observando como todo comenzaba a arder como si fuera el infierno. Aziraphale se aclaró la garganta finalmente rompiendo el silencio. -¿Hemos de suponer que esta es la señal? El comienzo del fin -preguntó con la voz falla.

Crowley se acercó a él y dudando al principio, sintiéndose también algo incómodo, le tomó la mano. -No lo será si ambos intentamos evitarlo, además, no hay señal de Raphiel, lo que dijo Shax seguramente fue una excusa para provocar esto y tener un culpable.

Esas palabras calmaron ligeramente a Aziraphale, pero entonces escucho una trompeta y una voz le habló.

-Arcagnel Supremo, su presencia es solicitada en el cielo. -dijo en tono formal.

Los ojos de Azira dieron un destello púrpura, se apartó de Crowley soltándo su mano. -Debo irme, me necesitan en el cielo, por favor, si sabes algo de Raphiel no dudes en decirme, solo tienes que... -juntó sus manos dando a entender que debía orar.

La mano de Crowley que estaba tomando la de Aziraphale ahora estaba cerrada en un puño y sus labios estaban fruncidos, no le dijo nada, solo asintió.

En el cielo todos estaban nuevamente haciendo arreglos, a los angeles se les estaba asignando rol y uniforme militar, cuando Aziraphale llegó al cielo y vió esto se sintió muy confundido.

-¿Qué está sucediendo? -cuestionó en voz alta.

Entonces una mano anciana le tocó el hombro, era Metatron. -Arcángel Supremo, te estábamos esperando, tu debes liderar a los ejércitos.

-¿Qué? -soltó sin comprender. -No, no, no, esto no es una guerra, no puede haber una guerra hasta que encuentre a Raphiel, debe estar por ahí asustada... -se interrumpió ante la expresión de Metatron. -¿Raphiel está bien?

-Ella está bien, Aziraphale, pero veo que no has comprendido, no se trata de una guerra, es la segunda venida y del armagedón lo que está por ocurrir... -comenzó a explicar, cuando Azira intentó mencionar de nuevo a Raphiel, Metatron levantó la mano silenciandolo. -Te voy a hacer una pregunta, Aziraphale, cuando creaste a Raphiel ¿Por qué crees que nadie dijo nada?, ¿No te extraño que todos aceptasen la existencia de ella a pesar de que fuiste tú quien la creó y no Dios?

-No... No comprendo... -dijo ahora sintiéndose muy asustado.

-Es claro, Aziraphale, el propósito de permitir que crearas a Raphiel es porque ella será el instrumento para la destrucción de la tierra. Solo piénsalo, tu y Crowley juntos son poderosos, a ella la creaste como mezcla de ustedes dos, su poder es tan grande que hará caer a las estrellas y levantar el azufre.

El fin del mundo... ¿Otra vez? [Good Omens/S3] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora