Entonces todo lo que en ese momento estaba sucediendo se detuvo, las estrellas dejaron de caer, las personas, los angeles y los demonios quedaron paralizados, la vida simplemente se detuvo.
Crowley yacía en el suelo, se le dificultaba respirar, la espada flameante, ya apagada, estaba enterrada en el lado izquierdo de su pecho. Aziraphale descendió y se arrodilló a su lado, su halo había desaparecido y sus ojos, aunque aún conservaban un poco de púrpura, volvieron a la normalidad.
-¿Qué he hecho? -dijo lamentándose.
-¿POR QUÉ? -exclamaron a la distancia. Entonces Raphiel apareció, su ala ya se había regenerado, sus ojos ya no ardían y su rostro estaba lleno de dolor. -¿Por qué te metiste? -preguntó dirigiéndose a aquel demonio que yacía en el suelo.
-No iba a permitir que Aziraphale se volviera un asesino y menos... -hizo una pequeña pausa para tomar aire. - Y menos que te matara a tí. -le contestó a Raphiel.
Ella se compadeció de él, pero miró a Aziraphale y se acercó apuntando su daga en su dirección, el arcángel al verla simplemente abrió los brazos.
-Adelante... Hazlo... Me lo merezco, ya maté a mi mejor amigo, deja que me reúna con él -pidió mirándola con dolor. -Quiero que sepas que siempre serás mi hija, y perdóname si te arrebaté la poca felicidad que pudiste sentir,
Raphiel levantó la daga dispuesta a blandirla contra el arcángel, pero recuerdos invadieron su mente, Aziraphale leyendole y enseñándole historias de la biblia, mapas de la tierra, cuando le regaló sus alas y le dio una estrella. Apretó el agarre al arma y gritó, gritó desgarrando el silencio que solo era interrumpido por el crepitar de las llamas que ardían alrededor, un rayo partió el cielo e impacto en la daga desapareciendola.
-Suficiente... -exclamó una fuerte voz con tono calmo.
El tiempo para los angeles y los demonios comenzó a transcurrir nuevamente, todos se miraron confundidos, no entendían qué sucedía.
-¡El armagedón va a comenzar! -decretó Metatron.
-¡La tierra será nuestra! -gritó Shax luego de emerger del suelo.
Las armas aparecieron, estaban dispuestos a combatir y dar inicio a una nueva guerra celestial, pero entonces, algo los detuvo.
-¡No! -exclamó nuevamente la voz acompañada de otra más profunda.
Todos se miraron entre aterrados y sorprendidos, en eso, una luz intensa, mas intensa incluso que los rayos del mismo sol apareció por sobre todos los angeles y del suelo emergió una figura alta, vestida con un traje elegante y pulcro, cabello negro y ojos al rojo vivo.
Los angeles ante la luz agacharon su rostro y los demonios se arrodillaron ante la figuran, Dios y Lucifer hacían acto de presencia por primera vez.Raphiel no entendía qué sucedía, solo miraba en ambas direcciones confundida, Aziraphale por su parte se había aislado de su entorno, solo tenía su atención en Crowley, este le tomaba la mano y le repetía «Todo va a estar bien ángel, no te preocupes por mi».
-Asi que... Una rebelión... -comenzó Lucifer. -¿De quién fue la idea? -cuestionó molesto.
Todos señalaron a Shax y esta señaló a Raphiel, Lucifer la miró, frunció el ceño y levantó la mirada a Dios.
—¿Después del fiasco con mi hijo decidieron intentarlo otra vez con un ángel apocalíptico? -cuestionó. —Eso es caer bajo, incluso para ti.
—La creación de Raphiel sí fué mi idea, pero la cosas no salieron como debían...
—Oh, entonces admites que tú gran plan tuvo un fallo... -dijo Lucifer socarron.
Los angeles se miraron impactados ante tal falta de respeto, pero Dios no se ofendió.
—No lo llamaría un fallo, lo llamaría intervención... -explicó. —Debido a esta intervención he tomado una decisión, el fin si llegará, pero no será hoy, tampoco este siglo. Vete tu con tus demonios... Ángeles, regresen al cielo.
Lucifer solo hizo una leve reverencia, volteó a ver a las legiones y con un ademán todos regresaron al infierno, los angeles regresaron al cielo y allí solo quedaban Raphiel, Aziraphale y un agonizante Crowley.
—Raphiel -llamó Dios. —Sé que Aziraphale te considera su hija y que Crowley a su vez te tiene aprecio, se ha sacrificado por ti, sin embargo, tu has intentado destruirlo todo por ira, solo por oír palabras dichas en un momento en el que la razón no funciona y las emociones dominan. Tienes un poder enorme en tu interior y es momento de decidir, dime pequeño ángel ¿A dónde quieres ir?, ¿Vendrás al cielo, irás al infierno?
Raphiel estaba indecisa, sabía que todo lo que había hecho estuvo mal y no quería cometer otro error, miró a Aziraphale quién aún lloraba por Crowley, este último seguía aferrándose a la Vida a pesar de haber perdido tanta sangre. Miró al cielo y no dijo nada, no hizo falta, sus pensamientos bastaron.
—Que así sea. -declaró Dios antes de irse provocando un fuerte trueno acompañado de una ligera lluvia.
Corrió hasta acercarse al arcángel y al demonio, se arrodilló y apoyó la cabeza de Crowley sobre sus piernas.
—Quiero disculparme por todo, me dejé llevar y he provocado un caos, lo lamento, padre -dijo mirando a Aziraphale.
Esté al oírla se sintió conmovido y la abrazó, entonces miró a Crowley y se disculpó con él también.
—No te preocupes, solo es un rasguño -bromeó, pero la poca risa que pudo soltar fue reemplazada por una mueca y un quejido.
Raphiel tomó la hoja de la espada con una mano y con la otra acarició la frente de el demonio. —Prometo que arreglaré esto.
Antes de que le hiciera pregunta alguna, sacó la espada con rapidez arrancando un grito de dolor desde lo profundo de la garganta de Crowley, luego de eso, cerró los ojos y se desvaneció.
Ante esto Aziraphale se alteró.—¿Crowley? -le colocó una mano en el pecho. —Crowley... ¡Crowley! -comenzó a llamarlo desesperado, agitandolo.
Raphiel le tomó las manos y llamó su atención. —Padre, cálmate por favor, quiero saber... fui creada con una parte de demonio ¿No? -Aziraphale asintió aún llevando sus ojos a su amigo, quién ya suponía, estaba muerto. Raphiel extendió sus alas, estás seguían negras.
—Pero así como soy demonio, también soy ángel...Dicho eso llevo sus manos al pecho de Crowley, cerró los ojos y comenzó a recitar una especie de rezo en voz baja, entonces sus manos comenzaron a brillar, el color negro de sus alas fue desapareciendo poco a poco revelando el color blanco del principio y ante un brillo cegador, la lluvia se detuvo y el sol apareció.
• • • • • • • • • • • • • • • • •
bueno, supongo que pudo haber estado mejor, pero lo escribí baja de inspiración. Sin embargo, espero que les esté gustando, por favor, no olviden votar y dejar comentarios, siganme si no me siguen, y si gustan leer algo mas escrito por mi pueden pasar por mi perfil.
Les quiero mucho
ESTÁS LEYENDO
El fin del mundo... ¿Otra vez? [Good Omens/S3]
FanfictionDesde la separación las cosas han ido regulares, el cielo no se ha pronunciado sobre la tierra y el infierno no ha causado ningún problema, sin embargo, aunque los mejores amigos siguen sin hablarse tendrán que arreglárselas para reconciliarse, pues...