Dreamy Sky Starry

6: Intimidation

Tras un montón de exámenes físicos y mentales, los doctores me advirtieron que debía visitar el hospital con más frecuencia, que sería recomendable que me internaran un tiempo. Fingí que los escuchaba y ante su insistencia, ignoré por completo sus reparos, centrándome en alistarme e irme.

Había pedido el alta voluntaria y usé todas mis fuerzas para convencerlos de dejarme partir. Tenía una conversación pendiente y no podía quedarme.

Me vestí con la ropa que Kikoru trajo para mí. Al parecer, el vicecapitán Hoshina le había solicitado que llevara todo lo que me hiciera falta, incluido mi celular y mi bolso.

Al abandonar la habitación, decidí recorrer el lugar antes de retirarme. Pasé a la farmacia interna para obtener mis nuevas medicinas. Al no hallar nada relevante, me fui pensando en cual sería mi respuesta para el vicecapitán.

A la salida me crucé con dos hombres uniformados. Aunque no los miré directamente, parecían de alto rango. Pasé a su lado como si fuera cualquier otra civil y me sorprendí cuando uno de ellos me dirigió la palabra.

— ¿Kowase Ai? —dijo el más joven.

— ¿Sí? —me di vuelta.

La falda de mi vestido giró al mismo tiempo que mi cuerpo. Le sonreí para no demostrar otra emoción. El chico despeinado se sonrojó y tapándose el rostro, murmuró.

— Superas totalmente la versión 2D que hay de ti...

Su acompañante suspiró, presentándose a sí mismo y a su compañero.

— Buenas tardes, soy Kasegawa Eiji, el segundo al mando de la primera división. Este es el capitán de nuestro escuadrón, Narumi Gen. Seremos sus escoltas el día de hoy.

Reconocí sus caras de las noticias y los diarios. Caí en cuenta de la importancia de su rango   y los saludé correctamente.

— No es necesario que hagas eso en mi presencia — dijo el capitán.

— Como usted ordene —respondí bajando mi brazo.

Caminamos hacia una azotea cercana. No sabía a donde íbamos con exactitud, pero entendía que no podía negarme.

— Me dijeron que eres fuerte —señaló el capitán Narumi.

— No tan fuerte como usted —repliqué.

Al llegar al techo nos esperaba un helicóptero.

Una vez dentro, durante el viaje, el capitán me habló de diversos videojuegos y me llenó de preguntas sobre mi trabajo anterior. Intuí que su afición era el mundo en dos dimensiones. El vicecapitán de la primera división quería reprenderlo; sin embargo, al ver que yo no me sentía incómoda, dejó que el capitán me hiciera todas las consultas posibles. Yo también quería respuestas e iba a expresar mis dudas cuando llegamos a la sede central. Al bajar del último piso nos dirigimos a la sala donde estaba convocado el consejo. Al ingresar pude divisar que  estaba el comandante Shinomiya Isao.

— Bienvenida a la fuerza de defensa, Kowase Ai —dijo.

Su voz era muy potente y retumbaba.

— Siéntate, tenemos que hablar.

Con un solo gesto hizo que todos salieran quedando solo nosotros.  Me acomodé en la silla que tenía más cercana y ante la desfavorable situación, opté por tener una actitud serena. 

— Bueno... Seré breve e iré directo al punto. Tus lecturas con el traje muestran un potencial nunca antes visto...Por eso  quiero saber  ¿Por qué  el vicecapitán Hoshina lo ocultó pensando que no lo sabríamos? ... ¿Habrá sido para evitar tu traslado o para qué no experimentemos contigo?...

Me mantuve estoica.

— Kowase Ai —hizo una pausa— Ese nombre, ese don... hace que algo en ti no me termine de encajar... Dime, quiero saber... ¿Eres humana?...

No alcancé a responder cuando volvió a preguntar.

— ¿Lo eres? ...

Ante mi mutismo continuó.

— Es que... solo que seas súcubo explica la razón por la cual Hoshina no diría esta información, digo ¿Lo sedujiste? ¿O simplemente eres un kaiju demasiado inteligente? — nuestras miradas se encontraron—Me gustaría que fuera la última, así serías más útil y te convertiríamos en un arma.

Sus palabras rompían mi templanza.

— ¿Sabes? Tu historial está lleno de agujeros... pero seré comprensivo.... Si te unes a la primera división junto a Narumi perdonaré tu desempeño y no serás un experimento.

Por la impresión, no respondí de inmediato.

— ¿Tu silencio significa que aceptas?

— No, significa que no lo haré.

— ¿Prefieres morir? —dijo incrédulo. 

— Solo dije que no lo haré. En este momento mi lugar es dentro del tercer escuadrón. Confío en que mi futuro está en las enseñanzas de esa división.

— Ni siquiera has tenido tiempo para conocerlos....

— Sí, he tenido —le interrumpí— Con valentía, en el examen, le hicimos frente a los kaijus. Por eso, tengo puesta mi fe en la nueva generación que se está gestando allí.

— Que idiota...Ya cambiarás de opinión.

Con un ademán indicó que me retirara. Me levanté y él señaló.

— Te tendremos vigilada y en extrema observación. Ante cualquier acción sospechosa, serás retenida y solo tendrás dos opciones: la muerte o abandonar tus caprichos y trabajar con quien debes. 

— Como guste.

Salí de la habitación cerrando con fuerza la puerta. Tenía miedo y era evidente. Los dos hombres que me escoltaban me llevaron de  vuelta a la base de Tachikawa. Esta vez el trayecto estuvo marcado por el silencio. Me dejaron en la entrada de mi cuartel y antes de irse, el capitán Narumi sentenció.

— Serás poderosa a nuestro lado, más de lo que imaginas.

El peso de su resolución hizo que sintiera, de golpe, el frío de la noche.