Fan fic sobre Soshiro Hoshina de Kaiju no.8 x Oc
"En mis sueños siempre domina la oscuridad. En ella reina una calma capaz de presagiar la gran tormenta. Al menos así era, antes de conocerle".
Basado en la obra de Naoya Matsumoto.
En las profundidades de un sueño dominado por la oscuridad, me arrastré hasta el extremo de un abismo, en el que se podía oír una suave melodía y cuyo tono provocó en mí las ansias de tenerlo en mis brazos una vez más. Esta necesidad de estar a su lado me llevó a la orilla de un precipicio y como si no conociera el riesgo, caminé por el borde del vacío, jugando en el filo de la pendiente hasta tropezar, cayendo al escuchar el llamado de Soshiro.
— ¡¡Ai!!
El retumbar de su voz desquebrajada hizo saltar mi corazón y sin tener entendimiento de horas o minutos, descendí con lentitud hacia un espacio desconocido.
En el trayecto, mi mente se inundaba de recuerdos, así como de múltiples sentimientos contradictorios que me desestabilizaban, ocasionándome el llanto.
"¡Eres un monstruo!"
Era evidente que las heridas sangrantes que aún estaban indecisas sobre si cerrarse o rebrotar incitaban al sufrimiento de años a hacerse presente en mi pena actual. Por eso, al tocar fondo, no tuve la capacidad de levantarme.
Sin duda, la larga bajada había derrumbado mi espíritu y mis ganas de vivir.
Fue solo al sentir la mano de Soshiro en mi hombro que decidí ponerme de pie.
Esperando hallarle entre los pliegues de ese sombrío lugar, lo único que pude encontrar fueron mis propios rastros en las sombras. Iba a rendirme cuando pude divisar el nacimiento de una luz, la que se posó justo detrás de mí.
Al voltearme esta se transformó, convirtiéndose en una versión de mí misma, de menor.
Intenté acercarme a ella, pero al momento de conseguirlo, esta empezó a correr, dejando pistas en el suelo, las me permitieron seguirla. Era obvio que esa Ai estaba triste. Se podían oír sus dudas como canciones escritas en papeles que se destrozan con el trascurso del tiempo.
"¿Me querrá Soshiro si sabe que yo era un experimento? ¿Es que acaso sigo siéndolo?"
Sus murmullos rompían con el silencio.
"¿Quién es 'mi reina' y por qué me dejé capturar por ese monstruo? ¿Acaso soy un kaiju?" "¿Quién soy en realidad?"
El dolor y soledad de la pequeña eran palpables.
"¿En serio quise a Reno y amo a Soshiro? ¿Fue mi verdadera voluntad o alguien me lo impuso?"
Sus interrogantes calaban hondo en mis emociones.
"¿Este amor es real? ¿Hay algo real en mí?"
Se detuvo para que cruzaramos nuestras miradas y pude ver las lágrimas en sus ojos.
— ¿Será mejor para Soshiro si nunca salimos de aquí? —dije agachándome para arreglarle el cabello a aquella niña, la que desapareció en las tinieblas, dejándome sola en esa atemporalidad.
Entonces estiré mi mano rezando por atrapar los fragmentos de mi infancia, hasta que con mis dedos pude sentir un límite de vidrio.
Poco a poco, pase de estar a oscuras a percibir muchos sonidos y colores.
Sin poder ver con nitidez, oí cómo Soshiro discutía con lo que parecían altos mandos de la fuerza de defensa.
— Les prometo que ella no es un peligro para nadie.
— ¿Y cómo explica su compartimiento y los dichos del kaiju numerado?
Al despertar por completo, toqué la mascarilla que me permitía respirar, los tubos y cables del estanque que se usaba para el control de bestias especiales.
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— ¿Es usted consciente del problema en el que está el escuadrón al que pertenece? Primero el kaiju que destruyó su base se tragó a una de sus soldados para atraparla, mencionando que era su reina, haciéndola una clara sospechosa pues hay informes que acreditan que esta mujer es un híbrido. Luego, un hombre de su unidad, que resultó ser un monstruo más, se transformó para ayudarla ¿No cree que todo eso es lo bastante grave cómo para que ambos dejen de ser tratados con humanidad y sean sentenciados?
Asustada por aquellas palabras, temblé ante la incertidumbre de mi destino y la imposibilidad de un futuro con Soshiro.
