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— ¡Vamos Luzu! ¡Estoy seguro que podremos encontrarnos con los demás si cruzamos el bosque!

— Vegetta dijo que no debíamos entrar al bosque.

— ¿Y yo desde cuándo hago lo que dice triple siete? No seas aguafiestas, ¡vamos!

— Está bien, está bien, pero tú serás el que termine sermoneado por Vegetta — Dijo mientras reía, siguiendo feliz al hombre de baja estatura enfrente suyo. —


      Nuevamente despertó de golpe, en las mismas condiciones que la otra vez. Manolo fue corriendo hasta la cama de su dueño.

    Pero está vez Luzu ni siquiera lo noto, ya que estaba más perdido en sus pensamientos, con la misma pregunta y con la misma respuesta.

    ¿Cuando fue que se sintió tan feliz como en ese sueño? No lo sabe, y no le daría importancia.

     Otra vez se levantó de la cama y solo fue a hacer sus actividades, sin darse cuenta de la preocupación que empezaba a sentir su mascota.

¿Un sueño o algo más?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora