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-¡hola! –me saludó algo inseguro, pues no sabía cómo reaccionaría, así que traté de ser algo amable, pero indiferente.

-hola, que pequeño es el mundo.

-¿aquí es donde vives?

-por desgracia –dije en voz baja.

-¿perdón?

-sí, aquí es donde vivo –le respondí haciendo una mueca.

-oye, quisiera pedirte disculpas de nuevo, es que en verdad estaba distraído y no te vi, en realidad no lo hice a propósito... –me decía bastante apenado, lo interrumpí.

-está bien, te perdono, aunque eso no haga que mi abrigo este limpio de nuevo.

-y... ¿podría saber tu nombre? –me preguntó mirándome algo apenado, no sabía si contestarle o no, pues me caía algo mal y no quería empezar una amistad con él, pero al final me decidí decirle mi nombre.

-Frida Berry.

-lindo nombre –me dijo bajando la mirada algo avergonzado -yo me llamo... -no terminó de decirme su nombre porque lo interrumpí diciendo yo su nombre.

-George Harrison –dije con un tono de enfado, pues ya estaba cansada de escuchar ese nombre por Marie.

-¿Qué? ¿De dónde me conoces? –preguntó bastante sorprendido, al darme cuenta de mi estupidez decidí cortar la conversación.

-¿sabes? no tengo tiempo de platicar contigo -me di media vuelta y me metí a mi casa, mientras escuchaba su voz diciendo que esperara en repetidas veces. Al entrar a mi casa me asomé por una ventana esperando a que se fuera porque si llegaba Marie y lo veía ahí afuera de mi casa seria la locura, de pronto vi a un chico salir de la nada y comenzar a platicar con George, eso me preocupó más pues pensé que se quedarían ahí las horas, pero no fue así, pronto ese chico se llevaría a George lejos de la entrada de mi casa. Automáticamente salió Marie de su casa y se dirigió a la mía, voltee a ver a qué distancia iba George y en cuanto apenas se alcanzaban a percibir, eso me hizo respirar hondo, y antes de que Marie tocara la puerta de mi casa la abrí, eso hizo que Marie se asustara.

-¡oye! ¿Cómo sabías que estaba a punto de tocar? –me dijo sorprendida.

-porque te alcance a ver.

-¡me espías Frida!

-claro que no, que cosas se te ocurren –le dije sin saber que más decir, pues no le podía decir que estaba en la ventana viendo a George irse de mi casa y fue cuando vi que ella salía de la suya.

-pues no te creo –me dijo empujándome y dejando su suéter en el sillón -Y tu mamá ¿en dónde esta? –preguntó volteando a todas partes.

-creo que está en la cocina, -le dije dudosa, pues en realidad no tenía ni idea de quien estaba en la casa, para mi fortuna si estaba ahí.

-hola señora Berry –ya llegamos.

-hola Marie, ¿y cómo les fue?

-pues no tan bien como quisiéramos –contestó Marie con un tono de tristeza.

-¿Qué ocurrió? –volteo a verme mi madre.

-luego te cuento mamá –le respondí.

-por cierto Frida, ¿Por qué entraste de esa manera a la casa y por qué te quedaste viendo por la ventana, de quién te escondías? –casi muero cuando mi madre me preguntó eso.

Marie me volteo a ver con desconcierto, no sabía ni qué decir, mi mamá notó que no debió preguntarme eso, por lo menos no en ese momento, así que trató de zafarse de eso.

I Need You - George HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora