Frida Berry, la protagonista de esta historia, conoce junto con sus amigas al cuarteto de liverpool a finales de los 50s, mucho antes de la fama de los Beatles.
George Harrison, se enamora perdidamente de ella y no va a descansar hasta verla a su l...
-Es la decisión más arriesgada que Stu ha tomado, bueno que he visto que haga –le decía Paul a Marie que se encontraban en el mismo muelle que habíamos estado Stu y yo el día anterior, estaban mirando hacia el mar apoyados en una especie de barandal, había un mar tranquilo, el cielo estaba muy nublado, lleno de niebla parecía que iba a llover.
-no puedo creerlo de Frida, en verdad que me sorprende su comportamiento –le dijo Marie sin mirarlo, tenía la mirada fija en el mar.
-ojala me anime a hacer lo mismo que él hizo –dijo dándole la espalda al mar y volteando a ver a Marie con una gran sonrisa, ello lo miró de golpe y sin saber que decirle.
-¿a qué te refieres Paul?
-pues, a tomar una decisión así de importante –dijo Paul algo nervioso.
-¿y cuál es esa decisión tan importante? –quiso saber Marie.
-pues... pedirle a una chica que sea mi novia –dijo Paul titubeante, Marie al escuchar eso se sintió un poco triste, no se imaginaba que fuera ella la chica, Paul al notar su tristeza la tomó de el mentón y guió su mirada a la de él.
-¿Qué ocurre?
-no nada, ojala que esa chica te corresponda, eres una gran persona Paul –dijo Marie en tono triste.
-Marie, ¿tú me quieres? –preguntó Paul.
-pues... si te estimo, eres muy amable y la chica que tú decidas hacerla tu novia será muy afortunada de tener a alguien como tú –dijo Marie sin mirarlo y aún con tristeza.
-y qué pasa si te digo que la chica que quiero eres tú –le dijo Paul mirándola tiernamente, Marie al escuchar eso comenzó a sentir una sensación de alegría, lo miró poco a poco y abrió sus ojos lo mas que pudo, Paul se sonrió aún más y le acarició la mejilla.
-no sé qué es lo que ocasionas en mí Marie, pero me encanta, tú me encantas desde la primera vez que te vi en la plaza donde tocaron los Quarrymen por primera vez, que por cierto ni siquiera me prestaste atención –dijo haciendo una expresión de tristeza, Marie al recordar eso se soltó a reír y lo tomó de los hombros.
-no me hagas caso, estaba... digamos que tenía mi cabeza en otro asunto, pero eso ya pasó y lo único que importa ahora es que ya te presto toda la atención Paul, a mí también me gustas mucho, eres todo un caballero y te has portado muy bien conmigo, no sé qué me ha pasado últimamente que no puedo sacarte de mis pensamientos –le dijo Marie aún tomándolo de los hombros, era increíble cómo Paul había logrado entrar en sus pensamientos y en su corazón, veía a George como un capricho de niña, ahora le daba risa pensar en eso, en su capricho de tener a George a su lado, no sabía lo que era el amor verdadero hasta que conoció a Paul.
-entonces eso quiere decir que ¿si me darás una oportunidad? –le preguntó Paul tomándola de sus manos y mirándola como un niño pidiéndole algo a su mamá, ella se rio y miró unos segundos al mar, respiró hondo y lo miró.
-si Paul, te daré una oportunidad –él al escucharla la abrazo fuertemente, parecía todo tan perfecto duraron alrededor de un minuto abrazados hasta que Paul se retiró para mirar su rostro, sin decir nada se fue acercando poco a poco a ella, ambos cerraron sus ojos y el calor de sus labios se hicieron uno. Sí, por fin Paul y Marie se besaban, fue el beso más tierno que le habían dado a Marie en su vida, sintió cómo Paul la tomaba de la cintura fuertemente, ella lo tomó de el rostro y hundió más sus labios en los de él, después de unos segundos comenzaron a sentir una leve briza, estaba comenzando a llover, pero a ellos no les importó, seguían besándose.
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