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El taxi se detuvo en la entrada de la casa, en verdad que era acogedora, podría decir que la más bonita de la cuadra aunque le faltaba un poco de arreglo, pues estaba sola, miré la cara de Stuart para ver su expresión y era de una alegría muy grande, le pagó al taxi y tomó nuestras maletas, caminamos hasta el porche de la casa y sacó las llaves con una gran sonrisa y mirándome fijamente, cuando abrió la puerta la dejó girar hasta que chocara con el muro, nos quedamos unos segundos en el mismo lugar y después entramos rápidamente, Stu dejó las maletas en el suelo y cerró la puerta, para eso yo ya estaba viendo la cocina de la casa y él se pasó al comedor, comenzamos a recorrer toda la casa subimos a ver los cuartos, eran 3 recámaras muy amplias, volvimos a bajar y fuimos al jardín trasero que en verdad era lindo, volvimos a entrar y a subir parecíamos unos recién casados con casa nueva, en verdad que no podíamos creer que por fin ya tuviéramos un lugar en donde vivir.

-Frida te propongo ir a brindar por este logro –me decía Stu feliz.

-¿pero ya es un poco tarde no crees? –dije mirando mi reloj de mano que marcaban las 10:30 pm.

-nunca es tarde para celebrar –me abrazó fuertemente y me levantó para después dar de vueltas.

-bájame Stu, me marearas –le grité.

-vamos Frida, no te pasa nada –me bajó poco a poco y sin soltarme me dio un dulce beso.

-qué dices, ¿vamos? –me puso su mejor sonrisa la cual no pude borrar con un no, así que le dije que sí, de inmediato salimos de la casa rumbo a un club que ya habíamos frecuentado antes, todo parecía ir bien tomamos una par de copas y bailamos un poco, pero al regresar a casa en el camino Stu comenzó a quejarse fuertemente, lo cual hizo ponerme muy nerviosa.

-¡¡Stu que tienes, me estás asustando!!

-¡¡¡aah!!! No sé, mi cabeza me duele muchísimo –después de decir eso cayó desmayado en medio de la calle, estaba llorando del miedo, temía que le pasara algo, comencé a gritar como loca, pero nadie me hacía caso así que lo levanté como pude y lo llevé a la casa, al entrar lo recosté en el piso de la sala pues no teníamos muebles, comencé a hacer de todo con el fin de que reaccionara hasta que poco a poco comenzó a recobrar el conocimiento.

-¿Cómo te sientes? –le pregunté aun llorando.

-que... ¿Qué fue lo que me pasó? –preguntó confundido y sosteniéndose la cabeza.

-¿no lo recuerdas? Stu me estás asustando –dije casi histérica.

-no Frida, no lo recuerdo.

-te comenzaste a quejar que te dolía la cabeza y te desmayaste –él se quedó unos segundos en silencio, lo cual hizo que me pusiera nerviosa.

-dime algo Stu.

-es que creo que no es la primera vez que me pasa esto –me dijo con la mirada fija en la nada.

-¿Cómo que no es la primera vez que te pasa esto?

-no, bueno no lo recuerdo, pero siento que me pasó algo parecido, recuerdo que estaba con John y después pasó algo extraño y creo que también perdí el conocimiento por que cuando me desperté John me dijo lo mismo que tú –me asusté muchísimo cuando me dijo eso, pues si ya le había pasado quería decir que era algo serio y no cualquier cosa.

-mañana mismo vamos con un doctor.

-no Frida, ya fui y me dijeron que era porque últimamente estoy muy estresado –me dijo tranquilamente.

-no Stu, iremos de nuevo con otro doctor, esto no es normal y menos si ya te ocurrió –él me miró unos segundos y luego acarició mi mejilla.

-no te preocupes, no es nada –me dijo con una sonrisa.

I Need You - George HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora