Una mestiza que aborrece la prepotencia mágica, parte de la Tierra para ingresar a la Escuela de Magia. Evangeline Violet Evergarden, viene a derrumbar el cliché de que alguien inteligente solo es quién saca sobresalientes, la inteligencia puede ver...
''Violet no es la típica protagonista inocente que depende de otros, ni tan misericordiosa como parece. Sabe lo que quiere y es que, su sinceridad es su mayor arma y su persistencia la segunda''
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Vas a tener que ir sí o sí a la Escuela de Magia, te pongas como te pongas.
— Pero Hardin, no me hagas esto, apenas me acaban de aceptar... - su pelo alborotado rubio acastañado se movía a la par que su boca. Hardin había tenido que pasar por mucho, de hecho, apenas me llevaba 8 años.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Mira - irrumpió con arrepentimiento y decisión- aunque te falte apenas 1 año para cumplir los 18, mientras yo sea responsable de tu existencia y vivas bajo mi techo, harás lo que se te diga sin remordimientos ni pataletas. Tengas 17, 18, 20 o 30.
— Eres injusto
— Soy quien te cría y te cuida. Créeme, tengo buenas razones para que vayas
— Ya sé manejarme con la magia -la mayor mentira que pude haber sacado por la boca.
— Pero no defenderte -Hardin no era estúpido.
— Pónme a prueba - soné más amenazante de lo que pretendía.
— Ya te puse a prueba el otro día y te gané, así que no me vengas con estupideces
— Joder macho mira que eres repelente
— A ver y ¿por qué insistes tanto en darme la contraria? Si a ti te gusta aprender es que no lo entiendo
— Me gusta aprender, no competir con mis conocimientos con nadie -y balbuceó- además, ya estoy acostumbrada a los problemas de la Tierra como para acostumbrarme a otros nuevos de otro planeta... ¡Y aún encima... con la prepotencia mágica!
— Eres brillante Violet Evergarden, no entiendo por qué sólo te pones obstáculos
— No me vibra bien tu propuesta... si te soy honesta
— ¿¡Evangeline!? ¡Qué vibras ni que vibraciones!
— Estaba aquí tranquila, en mi mundo terrenal, y me dices que tenemos que volver a mundo mágico ¿para qué? De allí sólo tenemos malos recuerdos. Y no me llames Evangeline, sabes que lo detesto...