Una mestiza que aborrece la prepotencia mágica, parte de la Tierra para ingresar a la Escuela de Magia. Evangeline Violet Evergarden, viene a derrumbar el cliché de que alguien inteligente solo es quién saca sobresalientes, la inteligencia puede ver...
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''¿Quién es el depredador y quién es la presa? Todo depende de los ojos que lo ven y aquellos que los perciben... Todo depende de las almas valientes que reconozcan ser víctimas o ''victimario''... De la mismísima vida depende la mismísima muerte y de la maldita muerte nace la vida''
Luna: 13.13H Localización: Montañas de Nantsuo
Asesino y presa
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Xaren de brazos cruzados, parecía enfadado... y sus ojos se posaban en mi presencia, en mis malditos y pequeños ojos. Me recorría con una mirada inquietante. Tragué saliva, hasta un perro podía oír su crujido deslizándose por mi garganta... Miré atrás, por si el asunto no era conmigo, pero no había nadie. Estaba enfadado conmigo. Mierda. Volví a tragar saliva.
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El asesino hizo un gesto con su mano, llamando mi presencia a su lado. Desde luego que había tenido demasiada dosis de Raynerson por hoy, negué con la cabeza y retrocedí. Mis compañeros no nos veían, parecíamos los únicos en el putísimo lugar. No era un momento mágico ni mucho menos, Raynerson me daba miedo con esos ojos llenos de rabia. Huí. Empecé andando y continué corriendo (cuando nadie podía verme y no era sospechosa) hasta que tuve que parar en seco y obligada, porque mis pulmones estallaron.
Me escondí detrás de unos árboles, obstruyendo la tos que quería salir por mi boca. Pero la luz del día no ayudaba en mi escondite. Aunque daba lo mismo, daba igual si era de día o de noche, si hasta en plena oscuridad las sombras de Raynerson me encontrarían, en las sombras del día era fácil encontrarme.