CAPÍTULO OCHO
'solo en la oscuridad,
pero ahora viniste'Thalia tenía serios y terribles problemas para mantener el contacto con su familia. Era cinco de octubre y aún no había terminado la carta que comenzó el segundo día de clases para informar a sus padres que todo iba bien.
Mientras caminaba, siempre inclinándose hacia el lado izquierdo, habiendo ya memorizado todos los caminos durante sus seis años anteriores en el castillo, la chica intentó terminar la carta que ya había decidido que tendría que ser lo más corta posible. La releyó por última vez para asegurarse de lo esencial ya estaba escrito y luego concluyó con la promesa de esforzarse siempre más.
Sé el mejor o no serás nada.
Thalia subió el último escalón, caminó hasta la lechuza de Regulus con un nombre imposible de pronunciar para Black, le entregó la carta y le agradeció, la criatura desapareció en un vuelo alto y perfecto, Thalia la observó hasta que ya no se la pudo ver entre las nubes. La chica extrañaba mucho eso, extrañaba mucho volar, desaparecer entre las nubes aunque fuera por un momento.
Sacudiendo la cabeza, la chica se dirigió a la biblioteca tratando de ignorar el anhelo que sentía por el Quidditch, estaba muy concentrada en sus zapatos negros que la hacían un poco más alta de lo que era, dejándola soñar que podía medir, 1,70.
Fue entonces cuando ingresó a la biblioteca y encontró un pequeño grupo de estudiantes alrededor de la mesa, observó los ocho prefectos, se acercó, ya de mal humor porque se suponía que eran nueve además de Thalia.
―¿Dónde está Potter?―preguntó Thalia a los dos prefectos de Gryffindor.
Intercambiaron una mirada preocupada y luego sacudieron la cabeza. Cuando finalmente hablaron, es Evans quien toma la iniciativa.
―No se siente bien.―dijo la pelirroja dejando atrás un único mechón de cabello rojo que se escapa del lazo azul oscuro que sujetaba su cabello.
Los ojos de Thalia se estrecharon, ya sea por la excusa que usó Potter o por el moño que se parecía a todos los moños para el cabello que coleccionaba Narcissa. La chica negó con la cabeza por segunda vez en es ahora y luego ignoró lo sucedido, liderando la reunión sola nuevamente.
Una hora y media después, los nueve prefectos abandonaron la biblioteca para dedicarse a sus propios asuntos, Thalia se rascó la sien mientras resoplaba irritada por la irresponsabilidad de Potter.
―Deberías hablar con Dumbledore.―Regulus apareció de repente, asustando a la chica a quien casi se le cayó el único libro que sostenía.
―¡Por Merlín, Regulus!―Thalia dejó de caminar por las escaleras esperando que cambiaran nuevamente, su primo se detuvo a su lado.―Intenta comenzar las conversaciones con un "buenas tardes".
―Inútil ya que puedo ir directo al grano.―el chico se encogió de hombros, sacando pequeñas uvas verdes de su bolsillo y comiéndolas como si fueran caramelos.
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sweetness ━ james potter
FanfictionSWEETNESS | El verano de 1977 fue para los Potter aún más triste que los días fríos y lluviosos del invierno. Con la pérdida de Euphemia Potter, tanto James como Fleamont se sintieron perdidos en cuanto a qué hacer a partir de ese momento. Cuando el...