CAPÍTULO ONCE.
'Nunca crecí contigo
y tú no eres mi
sala de espera.'El cabello, tan oscuro como el cielo nocturno, tocó el suelo, hundiéndose bajo el peso del cuerpo, que cayó inconsciente. El vidrio se extendió por toda la habitación, máscaras oscuras cubrieron los rostros de los fugitivos que se aparecieron y desaparecieron en la oscuridad total, asustados, enojados y confundidos.
Frustrado desde el momento en que apareció el hechizo proveniente de una varita disfrazada, apuntando al techo causó grandes daños al derribar el más enorme e insultante candelabro colgante de cristal que decoraba la habitación. El peso debería haber recaído sobre el encapuchado, pero alguien gritó advirtiéndole antes de que sucediera algo realmente grave.
Pero el impacto golpeó a los demás, derribando a algunos mientras otros huían. Thalia tardó un poco más en darse cuenta de que los magos detrás de las ropas improvisadas de los compañeros de James y Sirius eran los que recientemente habían estado enfrentando a Voldemort y sus devotos.
Estaban todos allí, sacaron sus varitas y trataron de contener a todos los que pudieron, aunque estos magos sin duda eran poderosos, fueron superados en número y la preocupante batalla comenzó tan pronto como los magos en la sala comenzaron a devolver los ataques.
―¡Thalia!―alguien la levantó del suelo, del centro de la habitación y del desorden que ella misma había provocado. Sintió una mano en su rostro tratando de mantenerla despierta.―¿Te lastimaste? ¿Alguien te lastimó?
La mente turbulenta de Thalia volvió a trabajar lentamente, tratando de asimilar las cosas que estaban pasando, y nuevamente no tenía tiempo. Ampliando sus ojos verdes, miró a su alrededor hacia el salón destruido, la casa de verano de la familia estaba desorganizada por primera vez, con pedazos de vidrio cristalino en el piso, cera de velas goteando de las paredes, pedazos de madera y algunos objetivos no identificables esparcidos por todos lados, por todo el lugar.
―¿Thalia?―el cálido toque en su mejilla poco a poco se convirtió en el toque más familiar de Thalia. Los últimos siete años, pocas veces había sido tocada por alguien que no fuera por su hermanas y Barty, que usualmente tocaba su cuello y cintura, ahora, cuando el toque cálido James tocó su piel, se sentía cómodo, como nunca se imaginó que sería.―¿Estás bien?
―Lo estoy.―dijo la chica, aunque no estaba segura de qué tan cierto podía ser eso. Ella miró sus ojos marrones y luego lo estudió por completo.―¿Y tú?
―Estoy bien.―el chico sonrió como intentando asegurarle que no tenía por qué preocuparse.
Pero Thalia siempre estaba preocupada.
―Mi familia.―Thalia miró preocupada a su alrededor, alejándose de tacto para buscar a sus seres queridos.―¿Dónde están mis hermanas? ¿Y dónde está Regulus?
Mirando a su alrededor, la chica se arrepintió de haber golpeado del candelabro de cristal. Claro, había logrado su objetivo de detener la ceremonia, pero, ¿qué o quién más había logrado? La chica pensó por un momento, enumerando todas las otras opciones que tenía, y luego concluyó que reaccionar según los planes era realmente lo mejor que podía haber hecho. Aún así, se sentía avergonzada, sentía que debería haber hecho más.
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sweetness ━ james potter
FanfictionSWEETNESS | El verano de 1977 fue para los Potter aún más triste que los días fríos y lluviosos del invierno. Con la pérdida de Euphemia Potter, tanto James como Fleamont se sintieron perdidos en cuanto a qué hacer a partir de ese momento. Cuando el...