𝟭𝟯. NO VOY A DECIR (ESTOY ENAMORADA).

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CAPÍTULO TRECE.
'¿A quién crees que estás engañando?
él es tierra y paraíso para ti'

James Potter tenía una lista muy larga de sus cosas favoritas, le gustaban muchas cosas, casi todas, de hecho

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James Potter tenía una lista muy larga de sus cosas favoritas, le gustaban muchas cosas, casi todas, de hecho. El chico no podía elegir su comida favorita, ni su banda favorita, ni siquiera su canción favorita. Pero había una cosas que sobresalía de todo lo demás en su lista: el Quidditch.

La parecía increíble, la sensación de viento en la cara, las mariposas en el estómago durante la subida, la sensación de paz y desenfreno al observar todo desde arriba, cuando el mundo se redujo de tamaño, también sus problemas y tristezas, todo. Parecía tan fácil, todos los problemas tan rápidos de resolver, toda la felicidad tan fácil de lograr. James estaba seguro de que estaba hecho para esto, para volar siempre.

Todos sabían de la obsesión de Potter por el Quidditch, aunque no la entendían del todo, sabían que era importante para el Gryffindor y por eso les resultó sumamente singular que en los últimos quince días de noviembre, Potter hablar menos sobre el deporte y salía minutos antes de todas las sesiones de entrenamiento que solía prolongar tanto como podía, hasta cuando Sirius amenazaba con tirarse de la escoba debido al cansancio.

Potter estaba ahora mismo, corriendo por el jardín hasta que encontró un parche de hierba cerca del lago, la hierba amarillenta estaba arrugada por una pila de libros, un tintero, dos plumas y un rollo de pergamino, todo abandonado momentáneamente mientras la chica yacía en la cama de pasto hojeando otro libro, que James supuso que era de romance ya que ella reveló que nunca leería por diversión si no hubiera uno, incluso uno pequeño y no tan desarrollado, de romance.

―¿De qué trata?―preguntó James, sentándose en el espacio junto a ella. Ahora que estaba acostumbrándose a sus entradas repentinas, Thalia ya no se asustaba tan fácilmente, aún así habían excepciones, como cuando estaba tan concentrada en su libro que el discurso repentino la sobresaltó y el libro cayó sobre su rostro.―Por Merlín, lo siento.―James rápidamente le quitó el libro de la cara mientras ella arrugaba la nariz, James se rio y le tocó la mejilla.―No era mi intención.

―Oh, apuesto a que no.―la chica entrecerró los ojos verdes hacia él mientras él intentaba contener la risa.―No es gracioso.

―Por supuesto que no.―asintió James, mordiéndose el labio tratando de contener la risa.

―¡Entonces deja de reírte!―Thalia implicó tratando de mantener una imagen rígida, pero cuando James se rio, ella no pudo evitar hacerlo también.

El chico se acostó a su lado en el pasto aún riendo, sosteniendo el libro que anteriormente le cayó en la cara y luego leyó el título "Sentido de sensibilidad" nuevamente Jane Austen está golpeando a uno de ellos, vaya arma que creó.

―¿Remus te lo prestó?―preguntó James, la idea de que ella pudiera ser amiga de sus amigos de agradaba más de lo esperado.

―No, peor me dio una lista de los que me podrían gustar.―Thalia abrió el libro, casi había terminado de leerlo y parecía satisfecha con su propia actuación.―Este lo encontré en una tienda de segunda mano.

sweetness ━ james potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora