16. mejor

319 40 46
                                    

Enzo es tal vez la persona más talentosa que Matías haya visto en su vida.

Lo ha visto pintar un departamento completo y arreglar una mesa, lo ha visto escribir poesía y esculpir, como un artista, piensa, que Enzo es un artista.

Uno que nació para ser visto. Reconocido como la estrella más brillante del universo conocido.

Su estrella personal, su actor favorito. Enzo es la persona más talentosa que Matías ha conocido.

Y Matías es el único espectador de su talento.

Enzo es suyo, completo para admirar, para tocar cada parte de él y besar cada parte de piel visible, no hay roles entre ellos pero hay límites bien dibujados.

Matías nunca los pasaría, nunca podría hacerlo en su vida, respetaba a Enzo más que a si mismo, y si alguna vez dijera que no, Matías pararía, en ese mismo momento.

Enzo dormita suavemente en su regazo, están viendo una película tonta que encontraron, sus dedos trenzando el cabello cerca de su oreja.

No se mueven mucho, y están así desde hace media hora, la noche abrigandolos a ambos, el departamento de Enzo le gusta más que el suyo, lleno de luz cálida y plantas floreciendo.

Termina la trenza y deja que su mano descanse en la curva de la cintura de Enzo, en los puntos tibios donde sabe que están, hasta que Enzo mueve su palma más abajo.

Se muerde la lengua y sigue mirando la televisión, la explosión de colores mareandolo, Enzo ya está despierto, eso lo sabe y siente un tipo de emoción que nunca había sentido con él.

Estoy listo

Enzo escribe sobre el dorso de su mano, todavía sin mirarlo, pero se imagina que debe de estar igual de sonrojado que él.

"¿Estás seguro?" Pregunta suavemente, mirando hacia abajo, Enzo reajusta su posición y se sienta a su lado, la trenza que acaba de hacer cayendo a un lado de su cabeza.

Se ve hermoso.

Enzo asiente, deslizando su mano hasta que se toca con la suya, sus dedos apretando su mano. Matías lo toma como un sí.

"¿Que querés hacer?" Matías pregunta, mirando a Enzo, observando sus rasgos, el se encoge de hombros y empieza a hablar lentamente.

Lo que quieras, soy versátil

"Me gusta estar arriba, honestamente" Enzo asiente y lo mira, sus ojos cafés suaves mientras aprieta su mano suavemente "Pero si tú quieres puedo estar abajo"

Enzo se encoge de hombros.

No me importa

Y lo besa, un beso tímido al principio pero que sube de intensidad rápidamente, Enzo lo abraza por los hombros y sus brazos se enrollan en su cintura, besándolo con fuerza.

Sus labios se mueven en sintonía, sus dientes golpeándose, es un beso sucio, que se llena de saliva rápidamente y en el furor del momento Matías empuja a Enzo hasta que cae boca arriba en el sillón.

Lo suelta entonces, y disfruta de su obra, los labios de Enzo están hinchados, su cabello revuelto y sus ojos mirándolo fijamente, como un depredador a una presa.

"Bajate el pantalón" Ordena, aunque no es una real, aún así Enzo obedece rápidamente, desabotonando sus pantalones y bajandolos hasta sus muslos.

La longitud de Enzo está medio despierta, pero es definitivamente el pene más grande que visto en su vida, incluso detrás de sus bóxers, sabe que es grande.

"Tenés una pija enorme" Exclama, en voz alta y Enzo se ríe profundamente, tirando la cabeza hacia atrás y haciendo un par de señas.

Gracias, creo

Matías se ríe con el, pero pronto la atmósfera vuelve a caer entre ellos dos, Enzo palpa su pene sobre sus bóxers, estimulando su longitud.

Su pene finalmente alcanza una erección completa y se da cuenta de lo enorme que es en realidad, goteando líquido preseminal en la tela gris.

La boca de Matías se hace agua, y empieza a besar sus muslos, rozando sus dientes en la suave piel de Enzo, un hilo de suaves besos hasta que alcanza el pliegue de la tela.

La piel de Enzo es deliciosa, pero tiene más ganas de probar lo que hay debajo de su bóxer, engancha sus dedos en el elástico de la tela, bajandolos con delicadeza.

Efectivamente, el pene de Enzo es grande, muy grande, largo y ancho, con una vena gruesa recorriendo la longitud desde la base y una mata de pelos en su pelvis.

Matías siente como su pene se sacude dentro de su pantalón, goteando pre-semen en sus bóxers.

Enrosca su mano alrededor del pene de Enzo, bombeando un par de veces, el se retuerce en el sillón, apretando con fuerza una de las almohadas.

Matías se deleita con cada sonido estrangulado que logra sacar de la boca de Enzo, su mano subiendo y bajando rápidamente, hasta que lame una raya gruesa en un lado.

Enzo abre bien los ojos, y enreda sus dedos en su cabello, cerrando los ojos con fuerza, Matías lo repite, mirando a Enzo, lamiendo hasta que llega a la punta.

Tiene experiencia chupando penes, pero nunca uno como Enzo, que sea tan grande que apenas puede cerrar la boca a su alrededor.

Se concentra en estimular la punta, metiendo todo lo que pueda dentro de su boca, hilos de saliva escurren por las comisuras de su boca mientras estimula los testículos de Enzo.

Él gime y se mueve, bajando su cabeza cada vez que su boca está muy lejos de la cabeza de su pene, es adictivo, sentir los dedos de Enzo intentar dirigirlo.

Sobre alrededor de la raja de la cabeza, saboreando el líquido preseminal en su lengua, Enzo sube sus piernas sobre sus hombros, encerrandolo entre sus muslos.

Matías siente que podría morir ahí mismo.

Su propio pene ruega por su atención, pero apenas puede imaginar moverse de donde está para delizar una mano dentro de su pantalón, baja más la cabeza, intentando contener toda la longitud dentro de su boca.

Enzo, tal vez por la estimulación, por la sensación, o en como aprieta suavemente sus testículos se corre con un chillido, temblando en sus boca.

Se llena la boca de semen y le muestra su lengua antes de tragar.

Enzo se desploma sobre el sillón, con los brazos extendidos y las piernas bien abiertas, su pene escupiendo las últimas cuerdas de semen.

Matías prefiere ignorar lo pegajoso que se siente sus pantalones.

Fue la mejor mamada de mi vida.

Enzo habla rápidamente, sus manos tartamudeando, Matías se trepa sobre su pecho y descansa su cabeza ahí, disfrutando del brazo de Enzo en su cintura.

"Fue la mejor que di" Susurra contra la camisa de Enzo, disfrutando la sensación de la tela contra su mejilla, si voz ronca por lo que acaba de hacer.

En realidad, si es lo mejor que ha dado en su vida y se lo ha a dado a Enzo.

mudo | matienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora