Rubios
"No estaré en la ciudad hasta el fin de semana, pero nos reuniremos en mi casa cuando regrese; eres bienvenido"
Fue el mensaje que recibí de Ethan hoy temprano, resulto ser que el pelinegro y yo teníamos cosas en común, cosa que resultaba agradable para nosotros. Tras ver la actitud de Himegama- san ante la "amistad" de su hermano y yo decidimos que intentaríamos mantenerla al margen hasta que – "se adapte al cambio de ciudad" – como había dicho su hermano. Así que manteníamos conversaciones cortas de vez en cuando mencionando comics o videojuegos que nos gustaban y sus noticias, sin embargo, no le había visto desde esa noche.
Por otra parte, la noche del lunes fue bastante extraña, el club había cancelado sus actividades, los gemelos me habían invitado a dormir en su casa para jugar videojuegos hasta tarde; Samu y yo nos dirigimos hasta la casa de los gemelos y jugamos hasta que Tsumu llegara para incluirlo. Imaginamos que llegaría en autobús, pero para nuestra sorpresa la pelinegra había pagado el taxi del gemelo tonto. Su rostro traía una sonrisa de triunfo, no explico nada de lo que había pasado y porque traía ropa que no era suya.
"Luego verán" fue lo que dijo luego de estarle insistiendo por cerca de media hora, sin prestarle más importancia Tsumu hizo un berrinche diciendo que éramos muy crueles por no haberlo esperado, Samu respondió que su presencia no era tan importante y nuevamente empezaron a discutir.
Justo ahora el día seguía tranquilo, aburrido y con algunas nubes que predecían lluvia, en el clima mencionaban que era probable una lluvia leve. Al llegar al salón de clases nos encontramos a la pelinegra y a algunos compañeros sentados en sus lugares, pero ella como siempre se encontraba sola, esta vez escuchaba música y parecía concentrada en su móvil.
- Buenos días Himegama- san – Saludo sonriente Atsumu a la pelinegra quien le miro con su particular expresión de indiferencia.
- Buenos días – Respondió y continuo con lo que sea que estaba haciendo en su teléfono. Todos los presentes nos encontramos sorprendidos, ella no solía hablar con nadie a menos que el maestro así lo pidiera, por lo que su voz era algo que pocas veces se podía escuchar en presencia de los demás.
Tras ese saludo el oxigenado continúo hablando animadamente mientras ella se limitaba a asentir, en algunos casos respondía cortante y vagamente a lo que este le decía. Y aquí entraba la duda ¿Realmente Atsumu había logrado entrar en su vida? Aunque fuesen respuestas vagas significaba que escuchaba un poco lo que tenía para decir, y por supuesto; no lo enviaba a la mierda.
Durante las clases me la pase pensando en las múltiples veces que ella había evitado relacionarse con alguien de su alrededor que no fuese su grupo y su hermano, ¿Qué había hecho Atsumu para que fuese el primero con el que se relacionara de manera medianamente voluntaria? Atsumu no era mala persona, pero tenía mala reputación, atraía a muchas chicas que se hacían llamar sus fans, muchas de las chicas que se encontraban en su entorno constantemente habían estado bajo el interés del rubio quien no descansaba al momento de "conquistarlas", a pesar de tener las habilidades sociales adecuadas para que se rindieran a sus pies, Atsumu solo tenía ojos para algo en la vida, y ese algo definitivamente no era el amor, o si, pero era el amor por el vóleibol; lo que resumía en verlas como un entretenimiento vago, llevarlas a su cama y decirles que no estaba interesado en una relación. Himegama no era tonta, estaba rodeada de chicos que parecían respetarla, su carácter es fuerte y no se deja pisotear por nadie, era imposible que alguien como ella cayera en los juegos de Atsumu, pero ¿realmente era un juego?, el rubio no parecía insinuarse o intentar acercarse más allá de lo que ella permitiera, se notaba una actitud diferente hacia ella.
ESTÁS LEYENDO
• Spring Harmonies •
FanfictionUn nombre siempre trae consigo un significado. "Hija de la primavera" o "Niña de la primavera". Quiza una burla cruel para alguien que ha vivido en un invierno eterno de violencia y desolacion; donde la primavera parece un sueño lejano, un espejism...