CAPITULO 4

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Amigos

¿Quién fue el que decidió que la vida debía ser complicada? ¿Acaso solo se me complicaba a mí?, nuevamente era lunes, nuevamente tenía que ir a clases. Las cosas han transcurrido más tranquilas de lo que pensé luego de que Ethan decidiera hacerse amigo de alguien de mi clase, alguien que conocía lo que hacía luego de clases.

No necesito dramas, no necesito conocer personas, no necesito repetir mis errores; Ethan sabia el motivo por el cual estaba aquí y aun así se empeñaba en buscarme problemas. La semana pasada había sido algo complicada de afrontar, de lunes a miércoles fue agradable gracias a la compañía del rubio que se enredaba en mis sabanas de vez en cuando, ese mismo miércoles en la noche Ethan llego de su viaje, lo que significó que Ren tuviese que regresar a Sendai más rápido de lo que me hubiese gustado.

Los ensayos con la banda duraban demasiado y para mi desgracia al llegar a casa tenía que cumplir con los deberes que dejaban en clase, lo que significaba que durmiera entre clases y algunas veces a la hora del almuerzo, no era una rutina agradable; a pesar de eso traía el beneficio de frustrar cualquier intento de que mis compañeros me hablaran.

Ethan se encargaba de llevarme a la preparatoria todas las mañanas e intentaba estar presente la mayor parte del tiempo, sabía que se sentía culpable por dejarme sola por viajes de trabajo y cuando estaba en casa intentaba ser el mejor hermano posible; es por eso por lo que justo ahora se encuentra cantando mis canciones favoritas en el auto de camino a mis clases.

- Haru, intenta hacer amigos ¿Lo harías por mí? – Su mirada me decía que se preocupaba por mi

- Sabes bien que me basta con tenerte a ti y a los chicos – aparte mi mirada hacia la ventana

- Nosotros no podemos estar siempre, yo tengo viajes que hacer y los chicos están en la universidad –

- Y yo estudio así que no me interesa preocuparme por algo más que eso y la música – mi respuesta pareció no tener efecto en el

- ¿Te ha llamado tu padre? – negué

- Debe estar ocupado con el prodigio – comente cómica haciendo que Ethan negara mientras reía suavemente

- Llegamos, que te vaya bien en tus clases – Me baje del auto no sin antes recibir un beso en la frente por parte del hombre al que llamaba hermano – Recuerda que no puedo pasar por ti cuando salgas, tengo que viajar otra vez – Asentí y me despedí con la mano

Aún era temprano, me gustaba llegar antes que los demás, así podía dormir un poco y evitar a mis compañeros de clase quienes empezaban a verme con cierto recelo, no me importaba. Caminé por los pasillos y subí hasta el segundo piso, todo despejado ¡Bien!

Todo se fue al carajo cuando abrí la puerta y encontré a los Miya peleando mientras Suna tomaba fotos

- Ya te dije que yo soy el gemelo guapo – grito el rubio a lo que su hermano se abalanzo

- ¡Somos iguales! ¿Es que no lo entiendes? – Respondió su hermano

Tras ver eso decidí que lo mejor era entrar de ultima al salón, esperaría en algún lugar pacifico hasta que las clases fuesen a empezar, di media vuelta bajo la mirada del castaño.

- ¡Espera Himegama! – pude reconocer la voz de mi compañero de asiento y quise correr, sin embargo, él fue mucho más rápido y se paró frente a mí con los brazos estirados a cada lado para evitar mi huida, lo maldije por eso, no era tan tonto como parecía – Llevo días queriendo hablar contigo

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