CAPITULO 10

9 1 0
                                    

Desconocido

Una mañana más, una clase más, al parecer todo el equipo se encontraba nervioso por mi parte no era de ese modo. Habíamos tenido una práctica matutina mucho antes de iniciar las clases por lo que ahora los gemelos y yo nos encontrábamos somnolientos en clase. Aun así, no éramos quien más sueño teníamos pues la pelinegra al lado de mi amigo cabeceaba de vez en cuando, bostezaba repetidas veces y se podía notar bajo sus ojos unas leves ojeras que parecían estar cubiertas por algo de maquillaje. En múltiples ocasiones el mayor de los gemelos le cuestiono acerca de su estado, divagando entre enfermedades, problemas, trabajo y amores. Ella por su parte simplemente se encargaba de negar con la cabeza. Y si bien Atsumu era mucho más cercano a ella yo si sabía porque estaba así, pues la noche anterior estuve recibiendo algunos videos y mensajes de su hermano donde se veía a la pelinegra sobre el escenario.

- Señorita Himegama ¿Podría pasar y leer el texto que debían realizar? – Hablo el maestro, ella permanencia garabateando, Atsumu la codeo y ella intercambio miradas con él para luego ver al maestro quien la esperaba frente a la clase, finalmente asintió y empezó a recitar su escrito.

- Me estas mirando, y me pregunto ¿Qué ves en mí?, soy tu sombra o quizás un simple matiz. ¿Alguna vez me observas? Mas allá de las apariencias, más allá de la esencia. – Cerro su libreta y tras un elogio por parte del maestro se sentó mientras los aplausos cesaban.

Durante el almuerzo la de ojos carmín aprovecho para dormir un poco en la mesa de la cafetería mientras los chicos hablaban del encuentro que tendríamos hoy en la noche, al parecer el equipo de Shiratorizawa llegaría en la noche, haríamos una práctica y mañana en la mañana también jugaríamos algunos partidos y más o menos a eso de las 11 se irían nuevamente. Tomaba algunas fotos de la chica dormida a mi lado cuando su teléfono sonó indicando un mensaje nuevo, si bien no se despertó si se removió un poco, tome una foto mientras escuchaba el "plan" para responder a la monstruosa fuerza de Ushijima. Lo único que me preocupaba del partido eran mis dedos, desde el partido en la clase de deporte me dolían, de alguna manera descubrí que Himegama poseía una gran fuerza bruta, jugaba como una salvaje, era frenética, impulsiva ... impulsiva. A mi mente volvió la primera vez que la vi y como un recuerdo fugaz la noche que nos besamos.

Otro mensaje, y luego cerca de 5 mensajes hicieron que ella despertara con una expresión de disgusto que se esfumo cuando vio su teléfono, esta vez su rostro permanencia inescrutable pero sus ojos mostraban algo de melancolía. Respondió los mensajes y se levantó de la mesa. No volvimos a verla hasta que las clases iniciaron nuevamente a pesar de que estuvo mentalmente ausente todo el tiempo.

Tras salir, la vimos caminar rápidamente y perderse entre las personas. Por nuestra parte nos cambiamos en la sala del club y nos encaminamos al gimnasio, los gemelos entraron y parte de nuestro equipo ya se encontraba acomodando la cancha, algunos del equipo contrario también se encontraban ahí.

Sin una mánager y con Kita ocupado para llenar las botellas nos empezamos a distribuir esa tarea, hoy era mi día y es evidente que se me había olvidado. Tras algunos regaños por parte de nuestro capitán pude salir al lateral para llenar las botellas hasta que un par de voces detrás del gimnasio empezaron a escucharse.

- No te ves para nada bien – Hablo un chico

- Lo dices como si eso te importara – respondió una voz que yo conocía

- ¿Cuándo te volviste tan ruda? – Volvió a hablar el chico

- ¿Él sabe que estoy aquí? – No escuche una respuesta, pero ella continuo – Que alivio

- En algún momento se va a enterar y creo que dentro de ti sabes que eso será peor – la voz masculina sonaba serena

- Si tu no le dices seguro que ni se entera – Otra respuesta

• Spring Harmonies •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora