Capítulo 16

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Pov Alison:

Espero que ambos abandonen la habitación, mostrando un semblante tranquilo y sereno, que pasa a convertirse en pánico absoluto en cuanto me quedo sola.
Mierda. Mierda. Mierda. 
Me levanto de un salto y camino en círculos por la habitación, inquieta. No me lo puedo creer. No me lo puedo creer. Está más que claro que la pregunta de Tyler estaba disfrazada de otra muy distinta, y yo le he dicho que sí. LE HE DICHO QUE SÍ. A hacer un puto trío.

Mis pies me llevan hacia el teléfono, y entre mis escasas opciones, está la de llamar a Elizabeth. Pero lo descarto enseguida porque no necesito escucharla para saber que me va a decir que lo haga. Paro la música y me dejo caer en la cama, soltando todo el aire que he estado conteniendo sin darme cuenta durante toda la conversación con Tyler.

No soy virgen por ninguno de los dos lados, y no me he acostado con pocos hombres, precisamente. Pero nunca he hecho un puto trío. Y, viendo la confianza que transmiten con todo esto, estoy segura de que ellos sí que lo han hecho en más de una ocasión, lo que me deja en una incómoda desventaja.

Joder. Hace tan solo dos semanas odiaba a estos chicos. Y ahora, me he metido yo solita en la larga lista de mujeres que los quieren en su cama. Claro que pude notar su gran atractivo desde el primer día, pero, los prejuicios que tenía sobre ellos me echaban demasiado atrás. Y, ahora que se han ido disipando con cada día que convivo con ellos, una oleada de tensión sexual me envuelve cada vez que están los dos en la misma habitación. Porque Tyler me cae muy bien, pero me parece el típico que piensa demasiado con la polla y se olvida de pensar con el cerebro. Y, Luke, me cae incluso mejor. Me parece tierno, dulce... Pero a veces demasiado cursi para mi gusto. Sin embargo, cuando están uno al lado del otro, es como si sus personalidades se complementasen. Como si se fusionasen para crear al tío perfecto. Un asombroso tío perfecto con cuatro brazos y dos pollas.

No me jodas. ¿Pero en qué coño estoy pensando? Vuelvo a levantarme del colchón y a recorrer la habitación un par de veces más, antes de arrodillarme frente a mi maleta para buscar el vestuario perfecto para la ocasión. La prenda destaca ante las demás, y parece tener un brillo especial, como si se tratase de un videojuego y esta fuese la única opción correcta. 

Me levanto y empiezo a ponerme el vestido, deslizándolo sobre mi cuerpo y sintiendo como el cuero negro se ajusta a la perfección a mis curvas, como una segunda piel, al subir la cremallera del lado lateral. Vuelvo a agacharme hacia la maleta cogiendo algo más y me siento en el borde de la cama, levantando una de mis piernas y deslizando la suave tela de las medias por ella. Levanto la otra pierna y repito el proceso para después ponerme de pie, viendo mi imagen en el espejo del armario. No es muy sutil, y sin duda es una declaración de guerra, pero ellos empezaron el juego y yo voy a terminarlo.

Salgo de la habitación con los pies descalzos un par de horas después. Entre la vestimenta, el maquillaje, y la preparación mental, parece que les he dado el tiempo suficiente para organizar algunas cosas. La mesa del salón, está llena de diversas botellas alcohólicas, refrescos, y cuencos con distintos tipos de gominolas. Tyler, que estaba a punto de poner una botella más sobre ella, es el primero en verme. Puedo ver como el color marrón de sus ojos se vuelve negro en cuestión de segundos, y como sus pupilas se dilatan como si hubiera tomado algún tipo de droga. 

—Coño. —Suelta, tan tosco como siempre. —Te lo has tomado en serio. 

Su comentario logra ponerme nerviosa, pero no dejo que lo vea.

—Si era algún tipo de broma, ahora no lo es. —Respondo con un tono directo.

Él sonríe mostrando los colmillos de sus dientes, y me siento como si estuviera jugando a provocar a un lobo.

FIRE | PERDIENDO EL CONTROL POR LA BOYBAND QUE ODIO. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora