FIRE | PERDIENDO EL CONTROL POR LA BOYBAND QUE ODIO. (TERMINADA)

Capítulo 8

Pov Alison:

Me gustaría haberme puesto una chaqueta. Así no habría peligro de que vean mi piel erizada. Cuando las voces de los tres se entrelazaron, resonando por toda la habitación, envolviéndolo todo. Y los instrumentos hicieron vibrar el suelo, no sentí ganas de ponerme los cascos para escuchar cualquier otro grupo. Por primera vez, y no pienso admitírselo a ellos, no quería escuchar nada diferente a lo que estaba llenando mis oídos.

 Compruebo la letra de la canción en el papel que me han dado, y la leo al mismo tiempo que la escucho de ellos. Son unos prepotentes. Unos ególatras, y sus canciones gritan lo grande que son sus egos. Pero no puedo negar que son muy buenos, tanto cantando, como usando sus instrumentos. Y me jode disfrutar cada nota. Me siento impotente de no ser capaz de controlar las emociones que me están obligando a sentir. Odio perder el control. Y odio aún más, estar perdiendo el control por la boyband que odio.

No me doy cuenta de que ha terminado la canción, hasta que escucho la voz de Ashton dirigiéndose a mí.

—Te ha gustado. ¿Eh? —Pregunta con socarronería, mirando mi piel erizada, haciéndome sentir desnuda frente a él.

—No ha estado tan mal.

—¿Qué no ha estado mal? —Una risa seca escapa de su boca. —Vamos, desde el principio.

No hace falta que lo diga dos veces. Los instrumentos vuelven a tomar la fuerza de antes, y sus voces no tardan en acompañarlos. Me esfuerzo por no mirarlos, clavando la vista en la letra y leyéndola repetidas veces con la intención de aprendérmela. 

Cuando empiezan de nuevo, una tercera vez, me levanto, apretando el micrófono que tengo en la mano derecha, y consultando la hoja que sostengo con la otra mano, me preparo para cantar con ellos por primera vez.

Pov Tyler:

Hace un momento, mis ojos estaban cerrados y mis manos golpeaban con fuerza la batería con las baquetas, ignorando todo a mi alrededor. Envuelto en mi burbuja personal. Pero cuando escucho los movimientos de Alison levantándose, ya no puedo prestar atención a nada que no sea ella. Abro mis ojos y me obligo a seguir tocando de forma más suave, para poder escucharla mejor. Algo que no parece pensar Ashton, que continúa tocando la guitarra todavía más alto. Seguramente con la intención de intimidarla.

Ella, como siempre, no se deja amedrentar y, con sus manos ligeramente temblorosas, coloca el micrófono en su soporte. En su expresión puedo ver una mezcla de determinación y vulnerabilidad, que me recuerda a mí mismo cuando empecé con todo esto. Por último, toma aire y lo suelta muy despacio, para luego comenzar a cantar.

Su voz es tan armoniosa, que si la escuchara cantar en una playa creería que las sirenas existen. Como si lo fuera, me quedo prendado de cada palabra que sale de su boca, aunque la haya escrito yo. Mi corazón golpea con fuerza en mi pecho, y siento como mis manos tiemblan contra las baquetas, haciendo que una de ellas caiga al suelo. 

Ashton me lanza una mirada de advertencia y yo le respondo con una de inocencia. Ni siquiera me molesto en recogerla por miedo a perderme algo. Sus ojos están cerrados y va tomando más confianza. Empieza a alargar las notas y a subir el tono un poco más cada vez. 

Llevo la mirada a Ashton y veo un brillo de sorpresa en sus ojos, que se esfuerza por ocultar. Deja de tocar la guitarra y le lanza una mirada a Luke que indica que haga lo mismo. No quiere escuchar más. 

Alison, en lugar de acobardarse al no escuchar los instrumentos que la acompañaban, continúa a capella, y lanza una nota final que resuena por toda la sala. Mi boca se abre y el silencio invade la habitación. Quiero a esta chica, y haré lo que haga falta por que sea mía. Ya conseguí unirla a mi banda, y hacer que viva conmigo durante meses. Lo demás no puede ser tan difícil.