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𖦹 𖦹 𖦹
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La rubia estaba desayunando con su novio, Bautista, mientras observaban a Arturo correr por toda la casa. La verdad sí que era muy juguetón el perro.
- ¿A vos te gustaría tener un perrito? -le decía Bautista, mirándola.
Ariana asintió, con entusiasmo.
- Me re gustaría, amo las mascotas. Desde que mi perro falleció que no tengo, pero creo que cuando salga me gustaría tener una mascota y todo eso.
-Podríamos tener una juntos... -decía Bautista, haciéndose el boludo.
La rubia rió.
-¿Te gustaría?
-Eso no se pregunta -sonrió, dándole un pico.
Mientras tanto, Juliana miraba junto con Emmanuel toda la situación, desde el gran sillón.
-Estos dos que lo único que hacen es coger, decirse cosas así, ya vas a ver cómo afuera ni bola se dan estos. -le decía Furia a Emmanuel, en voz alta, para que los dos nombrados escuchen.
Bauti miró a Ari, diciéndole con la mirada que le resten importancia. Estos comentarios de ella vinieron desde ayer, de la nada. Ambos se estaban aguantando de decirle muchas cosas, pero no le decían nada porque sabían que no era así.
-Hay un problema igual. -soltó la rubia.
Bautista frunció el ceño.
-¿Cuál?
-Vos sos de Uruguay. ¿Qué hacemos? -rió, aunque realmente estaba nerviosa, porque hace bastante quería tocar ese tema.
-Obvio que me voy a quedar un tiempo en Argentina. Vamos a ver qué onda y depende a eso veremos si me voy a Argentina definitivamente. Vos tranqui igual. Tiempo al tiempo.
Ahí, furia volvió a hablar.
-Pobre, se piensa que se va a quedar en Argentina por ella. -rió Juliana.
