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LOS PARTICIPANTES estaban muy contentos porque ingresarían sus familias/amigos en cualquier momento. Ya habían entrado varios de los amigos y familiares de los participantes. Ahora, era el turno de Ariana y del ingreso de su hermana menor.
Justo cuando Ariana se acerca más a la puerta, aparece su hermosa hermana, Fabiana. La chica sonrió al verla y de inmediato corrió a abrazarla con mucha fuerza, ambas no dejaron de llorar en todo momento.
- Te extrañé un montón - le decía la rubia a la morocha, entre lágrimas.
- Yo más, Ari.
Ambas se separaron del abrazo y fueron felices hacia dentro de la casa. La verdad era que Bautista no sabía cómo saludarla, o cómo recibirla. Al fin y al cabo era la hermana de su novia.
- Bienvenida, Fabiana - le decía el uruguayo, algo nervioso por no saber cómo llamarla a la recién ingresada.
La morocha le sonrió, después de saludarlo.
- Decime Fabi o Fabu - exclamaba -. Cuida a mi hermana, eh. - lo señalaba con el dedo índice, como amenaza.
Bautista tragó saliva, y asintió. Ariana se reía al ver cómo podía llegar a ser Fabiana.
La recién ingresada era completamente igual físicamente a Ariana, solo que versión morocha. Los mismos labios rosados, ojos almendrados y nariz medio redonda. Lo único que las diferenciaba era el cabello, su estatura (Fabiana era un poco más petisa), los millones de tatuajes en los brazos de la morocha y también se podría decir que su personalidad. Fabi era mucho mas tranquila que Ari, la rubia tenía un alto carácter, en cambio la morocha solo lo tendría en un principio, porque le costaba soltarse, y así era su manera de reaccionar. Ariana era más activa, en cambio Fabiana amaba solo dormir.
La morocha siguió saludando a los demás, por suerte fue muy bien recibida.
Luego ingresó Franco, el hermano de Bautista.
Ahora, la que estaba nerviosa era Ariana. Sin embargo, actuó con mas naturalidad. Cuando el turno de Franco era saludar a la rubia, la saludó con un abrazo.
