Capítulo 120: Quiero que me enseñes...

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Xu Jiale besó a Fu Xiaoyu contra el arco de rosas durante tres o cuatro minutos completos, Han Jiangque incapaz de soportarlo más, lo separó por la fuerza desde atrás.

"¡Xu Jiale!"

Han Jiangque observó con asombro cómo las manos de Fu Xiaoyu rodeaban la cintura de Xu Jiale, y por un momento, su mente quedó en blanco, incluso su furia disminuyó un poco: "Xiaoyu, ¿tú, tú has vuelto con él?"

"Sí, hemos vuelto."

Fu Xiaoyu enderezó su cuerpo, primero ajustando inconscientemente su corbata de lazo y luego dijo seriamente a Han Jiangque, "No te preocupes, te lo explicaré más tarde."

De hecho, solo podría explicarlo más tarde. Ya había demasiada gente rodeándolos en el escenario. Se movieron juntos hacia el público abajo. Los dos novios tenían que brindar en todas las mesas, y los padrinos de boda tenían que acompañarlos en sus rondas.

Han Jiangque fue empujado hacia adelante, y mientras caminaba, no pudo evitar voltear y mirar a Wen Ke. "Gege, ¿lo sabías de antemano?"

"No, no lo sabía," Wen Ke sacudió la cabeza rápidamente. Aunque había adivinado vagamente que Fu Xiaoyu era el único espectador cuando Xu Jiale bailó provocativamente antes, no lo mencionaría, especialmente no con la mirada algo agraviada de Han Jiangque.

Susurró al oído del alfa: "Xu Jiale me lo mencionó brevemente en un mensaje esta mañana, pero no sé los detalles. Pero confía en el juicio de Xiaoyu, él te lo explicará."

La cara de Han Jiangque de repente se puso roja cuando él sostuvo la mano de Wen Ke con un anillo de bodas. No pudo evitar girar silenciosamente su anillo para calmarse.

Después de todo, hoy, justo después de ponerse el anillo de bodas, no era el momento adecuado para golpear a Xu Jiale.

En medio de la multitud caótica, los cuatro estaban completamente apretados juntos. Alrededor de ellos había invitados ebrios haciendo alboroto. No tenían concepto de la dirección a seguir y simplemente iban a las mesas que encontraban.

Wen Ke acababa de dar a luz recientemente, por lo que tenía la resistencia más débil, mientras que Han Jiangque, aún con resaca de la noche anterior, temía beber más.

Aquí es donde entraban en juego los padrinos de boda.

Fu Xiaoyu era excesivamente sincero, y como padrino de boda del lado del alfa, le servían trago tras trago, haciendo que su rostro se pusiera carmesí por el alcohol.

Xu Jiale quedó tan asombrado que sus ojos casi se volvieron verdes.

No pudo aguantar más y empujó a Fu Xiaoyu hacia Wen Ke, luego, con toda naturalidad, puso su brazo sobre los hombros de Han Jiangque.

El alfa, ya tambaleante, lo miró con furia.

"Princesa Han, ¿cuándo me devolverás los pendientes que me quitaste?"

Xu Jiale ignoró la mirada furiosa y sostuvo a Han Jiangque.

Sin apartar la vista, susurró en un volumen que solo ellos podían escuchar.

"¡Tú!" Han Jiangque se atragantó de ira, sin poder liberarse.

Xu Jiale sonrió ligeramente y, mientras hablaba, bloqueó varias copas de alcohol que se dirigían hacia Han Jiangque.

"Tranquilo, yo me encargo." Xu Jiale, mientras bebía, susurró al oído de Han Jiangque: "Princesa Han, cuidaré bien de él, de verdad."

Mientras los tragos eran intercambiados, Han Jiangque no pudo evitar mirar a Xu Jiale. Vio al alfa tomar calmadamente otro trago y luego sonreírle ligeramente. Respiró hondo, pero al final, no dijo nada más.

Aparece un inusual amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora