Capítulo 64: ¿Por qué?

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De camino al hotel, había un largo túnel, y Jin Chu se sentó en el asiento del copiloto. Las luces eran brillantes, y podía ver claramente su propia cara en el espejo lateral a través de la ventanilla del coche.

Así que se quedó mirándolo largo rato, ensimismado.

Desde la infancia hasta la edad adulta, siempre había tenido una inusual confianza en su propia belleza, pero incluso él, en los días inmediatamente posteriores al nacimiento de Nanyi, cayó en una profunda depresión.

Es difícil decir qué cambió, quizá todo cambió.

Su colágeno era insuficiente, y sus ojos se volvieron cansados y turbios. Le costó mucho dar a luz a Nanyi. Pasó por muchas cosas y acabaron haciéndole una cesárea. El dolor parecía interminable, y le dolía muchísimo cuando se le pasaba el efecto de la anestesia. Las cicatrices empezaron a proliferar, picaban y dolían, y no podía dormir en toda la noche.

Durante ese tiempo, parecía que siempre estaba llorando.

Se despertaba en mitad de la noche y lloraba, lloraba cuando le dolía la incisión y lloraba cuando lloraba Nanyi.

De repente, había sufrido demasiado, había padecido cosas en las que ni siquiera había pensado, y eso le hacía sentir que la vida no tenía remedio.

Incluso hubo un momento en que le había dicho a Xu Jiale con fiereza: "Odio a los niños, me arrepiento de haber tenido a Nanyi".

El alfa que estaba alimentando a Nanyi con biberón oyó esto y se quedó atónito durante mucho tiempo. No habló hasta que terminó de alimentarlo y entonces se sentó a su lado y le tomó la mano.

"Jin Chu, lo siento, fui yo quien te hizo sufrir, lo siento. Tómate tu tiempo para recuperarte, no tengas prisa... y, no le tengas disgusto a Nanyi, ¿bien?".

Los ojos del alfa estaban inyectados en sangre, llenos de fatiga, culpa y tristeza. Cuando habló, su garganta estaba ronca.

Jin Chu miró a Xu Jiale y no pudo evitar llorar de nuevo. Todo el dormitorio se había sentido desolado y pesado a causa de sus intermitentes sollozos.

Parecía el momento más difícil para ellos, pero al final lo habían superado.

Por eso Jin Chu rara vez pensaba en ello después.

No le gustaba pensar en las dificultades ni saborear los reveses. Cualquier cosa desagradable, simplemente la dejaba atrás.

...

Cuando el Tesla llegó a la entrada del hotel, Xu Jiale salió del coche y entregó la tarjeta al botones. Mientras entraba en el vestíbulo con Jin Chu, que había permanecido en silencio todo el camino, Jin Chu habló de repente: "Jiale, tu auto huele muy bien".

Sonrió, no esperó a que Xu Jiale respondiera y continuó: "Es una feromona de rango A ¿no?, es realmente fragante. Siguen ahí después de todo este tiempo..."

La recepcionista sonrió amablemente y preguntó: "Hola, bienvenidos al Ritz. ¿Se están registrando?"

Pasó a interrumpir las palabras de Jin Chu.

"Una persona", dijo directamente Xu Jiale.

Jin Chu se giró para mirarlo pero no dijo nada. Entregó su pasaporte en recepción.

Tras completar el proceso de facturación, Xu Jiale y Jin Chu tomaron el ascensor hasta la suite reservada. Después de que el botones colocara las maletas, cerraron lentamente la puerta.

Cuando Jin Chu se dio la vuelta, estaba de pie frente a las ventanas que iban del suelo al techo, mirando hacia fuera el cielo exterior que se había oscurecido abruptamente.

Aparece un inusual amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora