• Gyda •

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Entré dentro de nuestra casa con una sonrisa plasmada en la cara, acababa de acostarme con Ubbe, me había gustado.

Que digo. Me había encantado.

- ¿Por qué estás tan feliz? - Preguntó Gyda sobresaltándome.

- ¿Qué haces aquí? - Pregunté al ver que no había rastro de Eira.

- No ignores mi pregunta - Dijo con una sonrisa.

Me senté a su lado y dudé en si debería contárselo.

Cogí aire y la miré más seria.

- Ubbe y yo.. - Empecé a decir.

- ¡Lo sabía! - Chilló riéndose.

La miré confusa.

- ¿Tanto se nota? - Pregunté preocupada porque Ragnar o madre se enteraran.

Gyda solo asintió dando un sorbo a su bebida.

- Genial - Bufé dejándome caer hacia atrás.

Dejé las manos sobre mí vientre y cerré los ojos unos segundos. Sentí a Gyda tumbarse a mi lado.

- No voy a juzgarte hermana - Susurró haciendo más liviano el sentimiento de culpa que yacía en mi interior.

- Él y yo no somos hermanos, Ragnar solo me adoptó, podemos fornicar juntos - Dije en voz alta.

Justo en ese momento Bjorn nos miraba como si hubiese visto un fantasma.

- ¿Te estás acostando con Ubbe? ¿Estás loca? - Preguntó alterado.

Intenté acercarme a él pero se apartó de mí y se marchó de casa. Gyda me miró con lástima.

- Iré a hablar con él - Dijo Gyda después de darme un abrazo y salir por la puerta de nuestra casa.

Miré una última vez la luz de la luna antes de ir a acostarme para dormir. Bjorn no llegó en toda la noche. Sabía que estaba enfadado pero esperaba que aún no contase nada a madre ni a Ragnar.

Cuando desperté a la mañana siguiente no había nadie en casa, me vestí y salí para buscar mi caballo e ir a Kattegat.

- Siéntate Frida - Me di la vuelta al escuchar a Ragnar.

Estaba sentado a uno de los lados de casa.

Algo temerosa por lo que tuviese que decirme, me senté a su lado.

- ¿Bjorn te ha dicho algo? - Pregunté.

Ragnar me miró, sus ojos expresaban una mezcla entre enfado y comprensión.

- ¿Qué tendría que decirme mi hijo sobre ti querida Frida? - Preguntó sarcástico.

Bufé.

Odiaba cuando Ragnar tenía esa actitud.

- ¿Te das cuenta de que si la gente se entera que mis dos hijos se acuestan juntos tendréis problemas? - Preguntó mirándome.

Me giré hacia él incrédula.

No sabía que decirle, estaba avergonzada por tener que justificarme frente a él.

No sabía que decirle, estaba avergonzada por tener que justificarme frente a él

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Frida Tryggvason •UBBE LOTHBROK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora