• Travesia •

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Caminaba de un lado para otro por todo Kattegat esperando ver regresar a Ragnar, ya era de noche y aún no había vuelto.

- Come algo - Me sobresalté al escuchar la voz de Ubbe detrás de mí.

Me ofreció unos trozos de pollo que acepté.

- Aún no ha vuelto - Dije mirando a Ubbe.

Estaba preocupada, sus palabras me habían dejado intranquila.

- En unos días partiremos a Wessex, vendrá - Dijo Ubbe.

Asentí poco segura de sus palabras.

Ubbe y yo nos quedamos en silencio por un rato, era cómodo, el se había quedado a mi lado, ambos estábamos sentados sobre paja en un establo.

- Ahí está - Dijo Ubbe señalando la dirección.

Caminamos hacia él.

- Vamos dentro - Dijo guiándonos hacia su casa.

Dentro estaban los demás esperándole.

- ¿Ragnar estás bien? - Preguntó Lagertha acercándose a él.

Él la miró con cariño, incluso diría que amor. Asintió y besó la frente de madre.

No pude evitar sonreír al ver ese gesto. Ubbe en cambio tenía el ceño fruncido.

- Mañana mismo partiremos a Wessex al amanecer - Anunció Ragnar captando nuestra atención.

- ¿Qué propones hacer una vez lleguemos al país? - Preguntó Lagertha.

- Vamos a por todas las riquezas que podamos traer - Asentí con una sonrisa.

Deseaba al igual que Bjorn hacer una larga travesía con Ragnar.

En ese momento Ivar el tullido se arrastró hasta donde estaba Ragnar y él se agachó para quedar más cerca de él.

- Quiero ir - Dijo Ivar.

Sigurd y Ubbe se rieron, a mí me apetecía hacerlo pero me contuve por respeto a Ragnar.

- ¿Como piensas luchar Ivar? ¿Sentado en una silla? - Preguntó Hvitserk.

El salón estalló en risas de burla hacia Ivar, llegué a sentir incluso algo de pena por él hasta que le lanzó un hacha a su hermano que por poco le atraviesa la cara.

- Buen tiro - Dije espontánea.

Ivar me miró con cara de pocos amigos.

- ¿Qué? - Dije devolviéndole la mirada de la misma manera.

- Cierra tu sucia boca bastarda - Dijo llamando la atención de Ragnar.

Caminé decidida hacia Ivar, me arrodillé en el suelo y de un movimiento rápido lo tenía agarrado por el cuello mientras lo afixiaba.

- No vuelvas a hablarme de esa manera Ivar porque yo estaba aquí antes de que tu nacieras y sería demasiado fácil para mí hacerte desaparecer - Escupí con rabia.

Si había algo que odiaba era que hablasen mal sobre mí vida, mis padr fallecidos o sobre Ragnar y Lagertha, las personas que me criaron.

- ¡Frida! - Escuché el grito de Aslaug.

En ese momento entró Gyda también, acompañada de una mujer de nuestra edad.

Frida Tryggvason •UBBE LOTHBROK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora