• Kalf •

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Ubbe estaba sentado a mi lado disfrutando de la comida, al igual que mi hermana, Eira y Athelstan. Podía parecer que todo estaba bien y que no ocurría nada pero era todo lo contrario.

Me puse en pie captando la atención de todos los que estaban allí disfrutando de la comida como nosotros.

- Kalf acércate - Dije alejándome de la mesa.

El hombre me miró con duda pero hizo lo que le dije.

- Lagertha estará disgustada cuando sepa lo que has estado haciendo a sus espaldas - Dije mirándole a los ojos.

Kalf parecía nervioso.

- He cuidado de Hedeby como me pidió - Respondió él.

Ubbe se acercó a nosotros.

- Creo que no has entendido lo que Frida quiere decir - Dijo serio.

Kalf miró con cara de pocos amigos hacia Ubbe.

- Has conspirado contra Lagertha, la gran escudera y has violado a mujeres que no son tus esclavas - Mencionó Ubbe.

Yo no apartaba la vista de Kalf, no confiaba en él.

- He hecho tratos comerciales con pueblos vecinos para poder enriquecer Hedeby - Respondió Kalf haciéndome reír.

- ¿Tratos comerciales? - Pregunté con burla.

- Han muertos muchas personas por esos tratos - Añadió Ubbe cruzándose de brazos.

- Atadlo - Sentencié.

Varios guerreros inmovilizaron a Kalf. Saqué el cuchillo que llevaba en el pantalón.

- Las mujeres no somos un objeto que puedes poseer y violar - Susurré a escasos centímetros de él.

Kalf me escupió en la cara.

Sonreí de lado, limpie mi mejilla y bajé sus pantalones.

- Vas a pagar caro haber tocado a las esclavas de mi madre - Sentencié.

Agarré su miembro y corté su virilidad. Mi cara estaba salpicada de sangre.

- Ya no podrás hacerlo más, con suerte, si es que sobrevives - Escupí furiosa.

Con una señal, los guerreros se lo llevaron fuera del salón. Esta vez me giré para mirar al resto de personas.

- Kalf ha traído problemas a Hedeby con pueblos vecinos, vamos a fabricar defensas alrededor de nuestro pueblo para estar más seguros, construiremos altas torres de vigilancia y todo el que quiera será instruido para aprender a luchar, todos sois libres de hacerlo, también los que sois esclavos - Dije segura de mis palabras.

Ubbe dejó una mano sobre mi espalda, me giré a mirarlo con una sonrisa.

Había un brillo especial en su mirada.

- ¡Larga vida al Conde Tryggvason! ¡Frida Tryggvason! - Las personas empezaron a gritar con alegría.

Miré con el ceño fruncido a Ubbe. Él solo sonrió y besó mi mejilla.

- Larga vida al Conde Tryggvason - Susurró Ubbe en mi oído.

- Debo informaros de que gobernaré junto a Ubbe Lothbrok - Dije en voz alta.

Todos parecían conformes.

- ¡Un hijo de Ragnar Lothbrok! - Dijo alguien entre la multitud.

Ubbe se giró hacia mi con una sonrisa. Gyda se acercó a él con una mirada traviesa y dejó algo sobre su mano. Miré a ambos confusa.

Frida Tryggvason •UBBE LOTHBROK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora