Dos años después
Los daños físicos y mentales causados por los Kim se desvanecían con el tiempo. Los mellizos ya tenían diez años de edad, Jimin y Jungkook tenían su relación más fuerte que nunca y por tal motivo Park planificó con sus hijos la propuesta de matrimonio a su novio. Había esperado porque no quería ser imprudente, así que organizó un viaje en un crucero en familia y estando en el barco le pediría a Jungkook ser su esposo.
Mientras el sol se sumergía lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos rosados y naranjas, se encontraban solos en la cubierta del crucero, con el suave murmullo del mar acompañando sus palabras. Se acercó a Jungkook, sosteniendo su mano entre las suyas, y lo miró a los ojos, esos ojos de Bambi oscuros e inocentes que lo habían cautivado.
—Amor mío —comenzó, la voz de Jimin apenas un susurro sobre la brisa marina, –desde que entraste en mi vida, supe que te quería tener a mi lado por el resto de nuestros días. Y a pesar de que las cosas no nos salieron en un principio según lo planeado quiero que sepas que anhelo con todo mi corazón enmendar y olvidar el pasado.
Hizo una pausa, dejando que sus palabras flotaran en el aire como las gaviotas que los sobrevuelan. Luego, con un temblor de emoción que no podía ocultar, sacó una pequeña caja del bolsillo arrodillándose ante Jungkook.
—Quiero permanecer a tu lado toda una vida —dijo mientras abría la caja para revelar un anillo que brillaba como las estrellas que comenzaban a aparecer en el cielo crepuscular. —¿Me harías el honor más grande de mi vida y te casarías conmigo?"
Jungkook esbozó una enorme sonrisa tratando de contener las lágrimas.
—Ya te habías tardado... Diez años para ser exactos —susurró y las lágrimas de felicidad resbalaron de sus mejillas.
Jimin le puso el anillo, después se puso de pie para abrazarlo. Ambos se dieron un beso en los labios que selló su compromiso, un beso lento, suave, amoroso y con cientos de promesas entre los dos.
Cuando el beso finalizó Jungkook tomó a Jimin por debajo de las axilas girando sus cuerpos invadido de felicidad. En medio de risas se dirigieron a su habitación. Encendieron las velas aromáticas, manzana, vainilla.
—Compré algo que quiero que usemos —dijo Jungkook sonriendo.
—¿Juegos sexuales, Jeikey? —Jungkook negó.
—Son arneses. —Se mordió los labios para evitar sonreír.
Jimin tomó la caja que Jungkook le entregó y soltó una risita nerviosa al ver que habían unos arneses negros que iban puestos en el pecho de quien los portara.
—¿Quieres que los use mientras me haces tuyo? —preguntó Jimin sonrojado y Jungkook asintió.
—¿No te parece buena idea?
—Me encanta la idea, me iré a cambiar.
Jimin se metió al baño, quitarse la ropa fue fácil pero ponerse los arneses un poco complicado ya que no quería pedirle ayuda a Jungkook para sorprenderlo.
Una vez terminada la misión se miró al espejo, no se veía nada mal. Él mismo se elogió al notar lo sexy que era.
Finalmente salió del baño y cuando Jungkook lo miró portar los arneses de cuero negro que rodeaban su cuerpo de manera sexy se mordió los labios porque era mucho mejor de lo que había imaginado.
—Señor Park, luce usted muy sexy...
—Estoy vestido de esta manera para usted, señor Jeon.
—No me queda más que complacerlo. ¿Me haría el honor de ponerse en cuatro?
Jimin sonrió suspirante, caminando como un felino en busca de filete hacia Jungkook.
—Primero quiero probarlo, señor Jeon... —dijo poniéndose de rodillas—. Quiero probar el dulce néctar que va a inyectarme.
—Oh Jimin...
—Shh... Juguemos, el que hable o gima pierde.
Jimin saboreó la punta del glande de su prometido, después muy lentamente lo introdujo a su boca.
—Lo siento, soy muy competitivo pero no puedo evitar hablar o gemir. No estando contigo.
Al decir eso, Jungkook tomó a Jimin de la cabeza moviéndolo de atrás hacia adelante incontables veces mientras que ambos gemían a causa del placer.
—Siéntate en esa silla —dijo Jimin apuntando una silla de madera en la habitación.
Jungkook desorientado porque lo dijo muy repentinamente obedeció. Jimin se sentó encima suyo haciendo contacto visual con los ojos, dejándose penetrar hasta lo más profundo. Eso fue, un deleite para ambos.
Aquella noche se entregaron a sabiendas de que tendrían un hermoso futuro juntos porque pronto unirían sus vidas para siempre.
Y a continuación mis hermosas, el último capítulo de este ff. Por favor no olviden leer la nota de autor y agradecimientos.
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𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐭𝐡𝐫𝐮𝐭𝐡𝐬 || Jikook-Kookmin || Finalizado✔️
FanfictionDespués de tener mellizos, Jungkook deberá enfrentar a Jimin. El viejo amor que nunca se enteró que era padre.