Cuando Jungkook salió de la oficina de Jimin, la atmósfera estaba cargada de una tensión palpable. Los dos niños, Chunmae y Chunhee, lo observaban con una mezcla de confusión y preocupación. A pesar de la tormenta de emociones que lo azotaba, Jungkook logró esbozar una sonrisa reconfortante y se agachó para envolverlos en un abrazo cálido y protector.
Yoongi, que había sido testigo de toda la escena, suspiró aliviado. Temía que el encuentro desencadenara un caos de sentimientos, pero, para su sorpresa, todos parecían manejar la situación con una madurez inesperada.
—¿Quién quiere helado? —preguntó Jungkook, intentando aligerar el ambiente con una oferta tentadora.
Chunhee, con la curiosidad propia de su edad, no pudo evitar preguntar:
—¿No voy a conocer al señor Park Jimin?
Jungkook se puso de pie, su expresión se tornó seria por un momento.
—Olvida eso, campeón —dijo, señalándolos con un dedo firme—. No vuelvan a hacer algo como esto. Si tienen dudas sobre cualquier cosa, pregúntenme a mí directamente.
Chunmae frunció el ceño, claramente confundido.
—¿Pero es nuestro papá o no? Porque ya no entendí nada...
—Hablaremos en casa, ¿de acuerdo? —respondió Jungkook, buscando el apoyo de Yoongi con la mirada.
Yoongi, siempre listo para cambiar el enfoque a algo más positivo, intervino con una propuesta:
—¿Qué les parece si hoy no vamos a trabajar y jugamos videojuegos todo el día?
La respuesta de Chunmae fue instantánea y llena de entusiasmo.
—¡Eso sería súper!
Con una sonrisa, Yoongi tomó las manos de los niños y los guió hacia el elevador. Jungkook lanzó una última mirada a la puerta cerrada de la oficina de Jimin, y con un suspiro profundo, los siguió.
Justo cuando estaba a punto de entrar al elevador, sintió una mano en su espalda. Las emociones de Jungkook eran un torbellino: por un lado, el contacto físico con personas que no fueran su familia le resultaba incómodo debido a experiencias pasadas, pero por otro, ese gesto significaba que Jimin quería formar parte de sus vidas.
—¿A dónde van? —preguntó Jimin, su voz apenas audible.
—A casa —respondió Jungkook, su voz temblorosa y sus ojos abiertos por la sorpresa.
Jimin esbozó una sonrisa tímida.
—¿Me invitan?
Jungkook, aún lidiando con sus propias barreras, se apartó ligeramente de Jimin, pero antes de que pudiera malinterpretarse su reacción, Yoongi intervino con una pregunta casual.
—¿Eres bueno jugando videojuegos?
Jimin, tomado por sorpresa, titubeó.
—Um...
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𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐭𝐡𝐫𝐮𝐭𝐡𝐬 || Jikook-Kookmin || Finalizado✔️
Fiksi PenggemarDespués de tener mellizos, Jungkook deberá enfrentar a Jimin. El viejo amor que nunca se enteró que era padre.