Once Upon A Time: El Hijo De Malefica

16. Bosque Encantado

El portal se cerró detrás de ellos con un susurro de viento, dejándolos en la sombría belleza del Bosque Encantado. Los árboles se alzaban como centinelas, sus hojas susurrando secretos antiguos. Chris, Ruby, Hércules y Emma se encontraban en un mundo que era a la vez familiar y extraño.

-Debemos encontrar a Megara antes de que los soldados de Hades lo hagan. - Dijo Chris, su mirada escaneando el bosque.

-Tengo un hechizo de localización que podría ayudarnos. - Ofreció Emma, sacando un pequeño frasco con un líquido brillante.

Mientras Emma preparaba el hechizo, una figura esbelta emergió de entre los árboles. Era Megara, con su cabello oscuro fluyendo libremente y sus ojos llenos de una mezcla de alivio y miedo.

-¡Megara! - Exclamó Hércules, corriendo hacia ella.

-Hércules, debemos irnos rápido. Los soldados no están lejos. - Advirtió Megara, su voz temblorosa.

Sin perder tiempo, el grupo se adentró más en el bosque, guiados por el hechizo de Emma. La magia de Chris crepitaba a su alrededor, una barrera contra las fuerzas oscuras que los perseguían.

La búsqueda los llevó a un claro iluminado por la luna, donde las hadas danzaban en el aire, sus luces parpadeantes como estrellas caídas. Fue aquí donde decidieron hacer su última resistencia.

-Formaremos un círculo. -instruyó Chris. -Emma y yo nos centraremos en la defensa mágica, mientras que Hércules y Ruby protegerán el perímetro físico.

-¿Y yo? -Preguntó Megara, su mano buscando la de Hércules.

-Tú serás nuestro corazón. -Respondió Hércules, apretando su mano. -Tu espíritu nos dará la fuerza que necesitamos para superar esto.

Los soldados de Hades emergieron de la oscuridad, sus armaduras reflejando la luz lunar con un brillo siniestro. El aire se llenó de la tensión de la batalla inminente.

Chris levantó las manos, y las palabras de un antiguo encantamiento fluían de sus labios. La magia se arremolinaba a su alrededor, formando un escudo de luz que brillaba con la fuerza de su voluntad.

Ruby, transformada en su forma de lobo, gruñía, sus ojos brillando con una determinación feroz. Hércules se colocó junto a ella, su maza lista para golpear.

Emma, con su magia de salvadora, fortalecía el escudo, sus ojos brillando con un poder que solo una verdadera heroína podría poseer.

Y en el centro, Megara cantaba una canción de esperanza, su voz elevándose por encima del clamor de la batalla, un recordatorio de lo que estaban luchando por proteger.

La batalla fue feroz y rápida. Los soldados de Hades eran numerosos, pero la determinación del grupo era inquebrantable. Con cada hechizo lanzado y cada golpe dado, la marea de la batalla comenzó a cambiar.

Finalmente, con un rugido que sacudió el bosque, los soldados de Hades retrocedieron, derrotados por la fuerza combinada de magia y coraje.

El grupo, exhausto pero victorioso, se abrazó en el claro ahora pacífico. Habían protegido su hogar y a sus seres queridos, y la leyenda de Christopher Smith/Samael, el hijo de Hades y Maléfica, se fortaleció, un símbolo de esperanza y resistencia en la eterna lucha entre la luz y la oscuridad.

Mientras que Hércules y Megara vuelven a sus vidas, todavía queda un problema, Hades.

- Mi padre no parará. Él nunca se detendrá. Tal vez debería estar lejos de Storybrooke. - Decía Chris, sintiéndose culpable.

- No tienes que irte. No dejes que tú padre apague la luz interior de lo que tienes. - Decía Ruby mientras se coloca su capa roja mejor.

La preocupación de Chris era palpable, un peso que amenazaba con aplastar el espíritu que había luchado tan valientemente. Ruby se acercó a él, su capa roja ondeando suavemente con cada movimiento.

-Chris, Storybrooke es más fuerte contigo aquí. Tu presencia nos ha unido de maneras que nunca imaginamos. - Dijo Ruby, su voz firme y reconfortante.

Emma, que había estado escuchando, se unió a la conversación.

-Eres parte de esta comunidad, Chris. No solo por tus poderes, sino por quién eres. Hades puede ser poderoso, pero juntos, somos más fuertes. - Afirmó Emma, con la confianza de alguien que había enfrentado lo imposible y había prevalecido.

Hércules, con Megara a su lado, asintió en acuerdo.

-Tu padre puede ser el dios del inframundo, pero tú eres el maestro de tu propio destino. No permitas que el miedo te aleje de tu hogar. - Agregó Hércules, su mano en el hombro de Chris en un gesto de apoyo.

Chris miró a sus amigos, a las caras de aquellos que había ayudado a salvar. Una determinación renovada brilló en sus ojos.

-Tienen razón. No puedo huir de mi destino. Enfrentaré a Hades y protegeré Storybrooke, no solo como el hijo de Hades y Maléfica, sino como Chris, un defensor de la luz. - Declaró, su voz resonando con la fuerza de su resolución.

Con la decisión tomada, el grupo se preparó para el desafío que les esperaba. Sabían que la batalla contra Hades no sería fácil, pero estaban listos para defender lo que más amaban.