Mayo 14

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Desde el inicio, Sunoo y Sunghoon sabían que su relación debía mantenerse en secreto. No era el momento adecuado para enfrentar a la sociedad con algo tan personal, Sin embargo, a pesar de todas las precauciones, su amor floreció de manera impresionante.

Sunoo siempre había sido el más despreocupado de los dos. Su naturaleza abierta y alegre hacía que todo pareciera más fácil. Por otro lado, Sunghoon, aunque profundamente enamorado, prefería mantener su vida privada lejos del escrutinio público. A pesar de sus diferencias, encontraban un equilibrio perfecto.

Todo parecía ir bien hasta aquel fatídico 17 de mayo. La rutina diaria en la escuela se desarrollaba con normalidad cuando, de repente, un murmullo comenzó a recorrer los pasillos. Miradas curiosas y susurros llenaron el aire, creando una atmósfera densa y pesada.

Durante la hora del almuerzo, Sunoo y Sunghoon estaban en la cafetería, riendo y disfrutando de su tiempo juntos como cualquier otro día. Fue entonces cuando un compañero de clase, conocido por ser algo chismoso, se acercó con una sonrisa maliciosa.

—Chicos, ¿ya vieron esto? —dijo, sosteniendo su teléfono en alto para que ambos pudieran ver la pantalla.

En la pantalla había varias fotos de ellos, claramente tomadas sin su consentimiento. En una de ellas, estaban besándose. El corazón de Sunghoon se detuvo por un momento. Podía sentir el pánico comenzando a apoderarse de él.

Sunoo, en cambio, tomó la situación con calma. Conocía la naturaleza humana y sabía que los rumores siempre existirían, pero lo que le importaba era cómo manejaban la situación entre ellos.

—¿Quién tomó esas fotos? —preguntó Sunoo, manteniendo su voz firme y serena.

El compañero se encogió de hombros y sonrió con un aire de satisfacción.

—No importa quién las tomó. Ya todos las han visto.

Sunghoon sintió que el suelo se abría bajo sus pies. Su rostro palideció y su mente comenzó a girar en mil direcciones diferentes. No quería que su relación con Sunoo fuera objeto de chismes y comentarios malintencionados.

—Tranquilo, Sunghoon —susurró Sunoo, colocando una mano sobre la de él—. Esto no cambia nada entre nosotros.

Pero Sunghoon no podía evitar sentirse incómodo. La idea de que todo el mundo supiera algo tan personal lo perturbaba profundamente. Salió de la cafetería, seguido de cerca por Sunoo.

Ya fuera, lejos de las miradas curiosas, Sunghoon dejó escapar un suspiro tembloroso.

—No sé si puedo con esto, Sunoo. No me gusta que todos sepan sobre nosotros.

Sunoo lo abrazó, transmitiéndole calma y seguridad.

—Entiendo cómo te sientes, pero lo más importante es lo que tenemos tú y yo. No podemos controlar lo que otros piensen o digan. Solo podemos controlar cómo reaccionamos a ello.

Sunghoon asintió, aunque todavía parecía inquieto. Sabía que Sunoo tenía razón, pero la incertidumbre y el miedo seguían presentes.

A lo largo de los siguientes días, los rumores continuaron, y así mismo la preocupación de Sunghoon, sin embargo todo iba bien, hasta un día en el que Sunoo intento besar a Sunghoon, recibiendo por parte de el un gesto de desagrado y alejándose lentamente de el.

—¿Qué te pasa Hoon?

—¿A que te refieres?

—¿Por que me has esquivado?

—Estamos en un lugar publico, nadie debe vernos.

—Se que te preocupas por tu carrera pero ¿Cuál es el problema? Tienes el derecho a mar a quien quieras, tus fans no pueden cambiar eso.

El Reencuentro Que Cambio Mi Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora