Nuevos Comienzos

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Llegar a Estados Unidos fue un cambio monumental para Sunoo. La emoción del nuevo entorno estaba matizada por un profundo vacío en su corazón. Extrañaba a Sunghoon más de lo que podía expresar, pero sabía que la decisión de mudarse era lo mejor para su bienestar y su futuro. Con el apoyo incondicional de su madre, comenzó a adaptarse a su nueva vida.

El primer día de clases en su nueva escuela fue abrumador. Todo era diferente: el idioma, las costumbres, incluso el ritmo de la vida. Pero Sunoo decidió enfocarse en sus estudios y en adaptarse lo mejor posible. Su madre siempre le recordaba que estaban allí para empezar de nuevo y que él tenía todo el potencial para hacerlo.

Fue en esas primeras semanas cuando conoció a Jay, un chico simpático y extrovertido que rápidamente se convirtió en su mejor amigo. Jay era una fuente constante de apoyo y alegría, ayudándole a navegar por las dificultades de adaptarse a un nuevo país.

—Hey, Sunoo, ¿vienes a jugar al baloncesto después de clase? —preguntó Jay un día, sonriendo ampliamente.

—Claro, Jay. Me vendrá bien despejarme un poco —respondió Sunoo, agradecido por la compañía y la amistad de Jay.

Jay siempre estaba ahí, en cada paso del camino. Lo ayudó con el idioma, lo introdujo a nuevos amigos y le mostró los mejores lugares para estudiar y relajarse. Con el tiempo, Sunoo comenzó a sentirse más en casa, aunque el vacío dejado por Sunghoon nunca desapareció del todo.

Los años pasaron, y Sunoo se dedicó intensamente a sus estudios. La vida en Estados Unidos se volvió más familiar, y su relación con Jay se fortaleció cada día más. Cuando llegó el momento de aplicar a las universidades, Sunoo tenía un objetivo claro: quería entrar en una de las mejores universidades del país.

La presión de las aplicaciones universitarias era inmensa, pero Sunoo estaba decidido. Pasaba largas horas estudiando, asistiendo a tutorías y participando en actividades extracurriculares para mejorar su perfil. Jay estaba siempre a su lado, apoyándolo y animándolo.

Finalmente, el tan esperado día de las respuestas llegó. Sunoo había aplicado a varias universidades, pero había una en particular que deseaba más que ninguna otra. Al abrir la carta de admisión, su corazón latía con fuerza.

"¡Felicidades! Nos complace informarte que has sido admitido a nuestra universidad..."

Sunoo sintió una ola de emoción y alivio, pero su alegría se intensificó al leer las siguientes líneas.

"Además, te hemos seleccionado para nuestro programa de becas especiales por tu destacada trayectoria académica y tu liderazgo en la comunidad."

Había logrado entrar, pero no de la manera convencional. Había sido reconocido no solo por sus calificaciones, sino también por su capacidad de adaptación y su liderazgo. Esta beca significaba mucho más que simplemente una ayuda financiera; era un reconocimiento a todo el esfuerzo y las dificultades que había superado desde que llegó a Estados Unidos.

—¡Lo lograste, Sunoo! —exclamó Jay, abrazándolo con fuerza cuando le contó la noticia—. Estoy tan orgulloso de ti.

Sunoo sintió lágrimas de alegría llenando sus ojos. Había sido un viaje difícil, lleno de altibajos, pero finalmente había alcanzado uno de sus mayores sueños. Miró a Jay, agradecido por todo el apoyo y la amistad que le había brindado.

—No podría haberlo hecho sin ti, Jay. Gracias por estar siempre a mi lado.

Mientras se preparaba para esta nueva etapa en la universidad, Sunoo sentía una mezcla de emociones. Sabía que el camino no sería fácil, pero también sabía que tenía la fuerza y el apoyo necesarios para enfrentarlo. Aunque el recuerdo de Sunghoon seguía presente en su corazón, Sunoo estaba listo para seguir adelante y construir un futuro brillante.

El Reencuentro Que Cambio Mi Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora