El Reencuentro Que Cambio Mi Vida.

El Último Mes

El quinto mes en Corea del Sur marcó un punto crucial en la relación entre Sunoo y Sunghoon. Con el tiempo pasando rápidamente y la partida eventual de Sunoo en mente, Sunghoon decidió redoblar sus esfuerzos para reconquistar el corazón de Sunoo de una manera más romántica y sutil.

Desde el primer día del mes, Sunghoon se propuso demostrarle a Sunoo cuánto lo valoraba y cuánto lamentaba los errores del pasado. No solo estaba determinado a ser el mejor amigo de Sunoo, sino también a convertirse en alguien especial para él, alguien como su novio.

Una tarde soleada, Sunghoon invitó a Sunoo a un pequeño picnic en el parque. Había preparado todas las comidas favoritas de Sunoo y había adornado la manta con flores frescas. Mientras disfrutaban de la comida, Sunghoon tocó suavemente la guitarra y cantó una canción que había escrito para Sunoo, expresando sus sentimientos con letras llenas de sinceridad y amor.

Sunoo se sintió conmovido por el gesto y la dedicación de Sunghoon. Cada palabra resonaba en su corazón, recordándole lo profundo que era el vínculo entre ellos.

Otra noche, Sunghoon invitó a Sunoo a una cena especial en un restaurante elegante. Habían reservado una mesa junto a la ventana, con una vista impresionante de la ciudad iluminada por la noche. Sunghoon no escatimó en detalles: la cena fue exquisita y cada momento estuvo lleno de conversaciones sinceras y risas compartidas.

Durante la cena, Sunghoon aprovechó para hablar sobre sus sueños y esperanzas para el futuro, incluyendo la posibilidad de seguir juntos, sin importar dónde los llevara la vida.

Además de los gestos románticos, Sunghoon siempre estuvo presente cuando Sunoo lo necesitaba. Ya fuera para apoyarlo en sus proyectos universitarios o simplemente para escucharlo cuando tenía preocupaciones o dudas, Sunghoon demostró ser un pilar de apoyo constante en la vida de Sunoo.

A medida que el mes avanzaba, Sunoo comenzó a reflexionar sobre todo lo que habían compartido. La manera en que Sunghoon se esforzaba por reconquistarlo de manera tan delicada y amorosa no pasaba desapercibida para él. Aunque aún sentía cierta cautela debido a sus experiencias pasadas, Sunoo comenzaba a abrir su corazón nuevamente hacia Sunghoon.

El quinto mes no solo fue testigo de los esfuerzos románticos de Sunghoon, sino también del crecimiento y fortalecimiento de su relación con Sunoo. Cada gesto, cada momento compartido, acercaba más a Sunoo y Sunghoon, preparando el camino para lo que podría venir en el futuro.

Así, mientras el tiempo seguía su curso, Sunoo y Sunghoon continuaron explorando el camino de su amor, con la esperanza de que cada día les acercara más hacia una relación aún más profunda y significativa. Así mismo mientras esperaban por ese día Sunoo ya tenia una decisión en mente y sabia que era la mejor para los dos.

El quinto mes en Corea del Sur se desplegaba con una mezcla de romanticismo y tensión para Sunoo y Sunghoon. A medida que el tiempo se acercaba inexorablemente hacia la partida de Sunoo y su familia hacia Estados Unidos, las emociones se intensificaron y las decisiones se volvieron más cruciales.

Una tarde fresca de primavera, Sunghoon reunió todo su coraje y volvió a plantear la pregunta que había estado en su mente durante mucho tiempo.

—Sunoo, ¿quieres ser novios? —preguntó Sunghoon con voz suave pero firme.

Sunoo bajó la mirada por un momento, sintiendo el peso de las circunstancias sobre sus hombros.

—Sunghoon, entiende que te amo y valoro todo lo que hemos construido juntos. Pero todavía necesito más tiempo para estar seguro de lo que quiero —respondió Sunoo sinceramente.

Sunghoon asintió, ocultando la tristeza que sentía en su corazón. Sabía que el tiempo era un lujo del que no disponían en abundancia.

En los días siguientes, Sunghoon se encontraba cada vez más consciente de los escasos días que quedaban antes de la partida de Sunoo y su familia. Trece días, contados minuciosamente, que podrían cambiar el rumbo de sus vidas.

Sunoo había compartido con él la decisión de su familia de acompañarlo a Estados Unidos esta vez. Era un gesto que llenaba de gratitud y amor, pero también ponía más presión sobre Sunoo para tomar una decisión definitiva sobre su relación.

Una noche, mientras caminaban juntos bajo el cielo estrellado, Sunghoon tomó la mano de Sunoo y lo miró con determinación.

—Sunoo, entiendo la situación y respeto tu necesidad de tiempo. Pero quiero que sepas que estaré aquí, sin importar cuál sea tu decisión. Te amo, y haré todo lo posible para que estemos juntos, sin importar dónde estemos físicamente —dijo Sunghoon con sinceridad.

Sunoo miró a Sunghoon con cariño y gratitud. Sabía que Sunghoon estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por él, pero también comprendía la gravedad de la situación.

—Gracias, Sunghoon. No sabes cuánto significas para mí. Déjame pensar en todo esto. Necesito asegurarme de que estoy tomando la mejor decisión para ambos —respondió Sunoo, apretando suavemente la mano de Sunghoon.

Con el tiempo corriendo en su contra, Sunoo reflexionó profundamente sobre lo que sentía y lo que realmente quería para su futuro. A medida que los días pasaban y las despedidas se acercaban, sabía que tendría que tomar una decisión pronto.

Así, mientras el quinto mes llegaba a su fin, Sunoo y Sunghoon enfrentaban una encrucijada en su relación. Con el amor como su guía y la incertidumbre del futuro frente a ellos, solo el tiempo diría qué camino elegirían y qué significaría para su amor.