Especial del Tercer mes.
Sunghoon había notado la preocupación en los ojos de Sunoo cuando le contó que había dejado de patinar por él. Decidido a aliviar esa preocupación y demostrarle que todavía tenía el mismo talento que cuando eran adolescentes, Sunghoon organizó una cita especial en la pista de patinaje.
El fin de semana llegó rápidamente, y Sunghoon se aseguró de que todo estuviera listo. Reservó la pista de patinaje por la noche para que pudieran tener privacidad y decoró el lugar con luces suaves y música de fondo, creando un ambiente mágico.
Cuando Sunoo llegó, sus ojos se iluminaron al ver la pista decorada.
—Sunghoon, esto es increíble —dijo, admirando el esfuerzo que su amigo había puesto en la sorpresa.
Sunghoon sonrió, tomando la mano de Sunoo y guiándolo hacia los patines.
—Quería que fuera especial. Vamos, pongámonos los patines —dijo, con entusiasmo.
Una vez en la pista, Sunghoon comenzó a patinar con la misma gracia y destreza que había tenido en su juventud. Sunoo lo observaba con admiración, sintiendo una mezcla de nostalgia y alegría al verlo tan feliz y en su elemento.
—Aún lo tienes, Sunghoon. Eres increíble, hasta parece que caminas mejor sobre hielo que sobre tierra —dijo Sunoo, mientras patinaba junto a él.
Sunghoon se rió, girando elegantemente y tomando la mano de Sunoo para guiarlo en un movimiento sincronizado.
—Gracias, Sunoo. Pero lo hago por ti. Quería mostrarte que no todo está perdido, que aún podemos disfrutar de las cosas que solíamos amar —respondió Sunghoon, mirándolo con cariño.
Patinaron juntos durante horas, riendo y disfrutando de la compañía mutua. Cada movimiento, cada giro, estaba lleno de complicidad y afecto. Sunghoon se aseguraba de que Sunoo se sintiera cómodo y feliz, dándole confianza y apoyo en cada momento.
Después de un rato, tomaron un descanso y se sentaron en un banco cercano. Sunghoon sacó una botella de agua y se la pasó a Sunoo, quien la aceptó con una sonrisa.
—Esto me trae tantos recuerdos —dijo Sunoo, tomando un sorbo de agua.
Sunghoon asintió, mirándolo con ojos llenos de ternura.
—Sí, aquellos tiempos eran especiales. Pero también creo que estos momentos que estamos creando ahora son igualmente valiosos —respondió.
Sunoo se inclinó hacia Sunghoon, apoyando su cabeza en su hombro.
—Tienes razón. Estoy agradecido por estos momentos y por tenerte en mi vida nuevamente —dijo Sunoo suavemente.
Sunghoon rodeó a Sunoo con un brazo, estrechándolo contra él.
—Siempre estaré aquí para ti, Sunoo. No quiero perderte otra vez —dijo con sinceridad.
Sunoo levantó la cabeza para mirarlo a los ojos, sintiendo una oleada de emociones.
—Y yo estaré aquí para ti, Sunghoon. Juntos podemos superar cualquier cosa —respondió, acercándose para darle un suave beso en la mejilla.
Decidieron patinar un poco más, esta vez con música lenta que llenaba el ambiente de un aire romántico. Se movían en perfecta sincronía, sus corazones latiendo al unísono. La noche estaba llena de risas, abrazos y gestos de afecto que los acercaban más y más.
En un momento, mientras patinaban de la mano, Sunghoon miró a Sunoo y dijo:
—Sunoo, quiero que sepas que no importa lo que pase, siempre te apoyaré y te amaré. Eres la persona más importante en mi vida.
Sunoo sintió una calidez invadir su corazón. Sabía que, a pesar de los desafíos y las complicaciones, tenía a Sunghoon a su lado.
—Y yo siempre te amaré, Sunghoon. Gracias por ser tú, por ser tan increíble y por hacerme sentir tan especial —respondió Sunoo, con una sonrisa radiante.
La noche terminó con ambos sentados en el centro de la pista, mirando las estrellas a través del techo de cristal. Hablaban de sus sueños, de sus planes para el futuro y de cómo querían seguir construyendo su relación.
Sunghoon tomó la mano de Sunoo y la apretó suavemente.
—No importa lo que nos depare el futuro, sé que podemos enfrentarlo juntos. Gracias por darme una segunda oportunidad —dijo, con voz firme.
Sunoo asintió, sintiendo una paz interior que no había sentido en mucho tiempo.
—Gracias a ti por demostrarme que el amor verdadero siempre encuentra el camino. Te amo, Sunghoon —respondió, con los ojos brillando de emoción.
—Sunoo, espera un momento aquí —dijo Sunghoon con una sonrisa emocionada.
Sunoo lo miró con curiosidad mientras Sunghoon se alejaba hacia un lado de la pista. Pocos segundos después, comenzó a sonar una melodía suave y romántica. Reconoció la canción al instante: era "Come What May" de Moulin Rouge, una de las favoritas de ambos.
El corazón de Sunoo comenzó a latir más rápido mientras observaba a Sunghoon moverse con gracia sobre el hielo. Con cada movimiento de sus patines, Sunghoon raspaba el hielo, haciendo que chispas y pequeños trozos de hielo saltaran y adornaran la pista de manera casi mágica. Era un performance lleno de emoción y amor, diseñado para tocar el corazón de Sunoo.
Sunoo observaba maravillado, sintiendo cómo cada movimiento de Sunghoon resonaba en su corazón. La canción, combinada con la habilidad de Sunghoon en el patinaje y la pasión que ponía en cada gesto, lo dejó sin aliento.
A medida que la canción llegaba a su clímax, Sunghoon se detuvo frente a Sunoo, mirándolo intensamente. La melodía se desvaneció lentamente en el aire, dejando solo el sonido suave de la noche y el crujir del hielo bajo sus patines.
Sunoo no pudo contener la emoción. Sus ojos brillaban con lágrimas de alegría y amor.
—Sunghoon, eso fue... increíble —dijo, con la voz ligeramente entrecortada por la emoción.
Sunghoon se acercó a él, tomando sus manos con suavidad.
—Quería mostrarte cuánto significas para mí, Sunoo. Esta canción, este momento... es todo para ti —dijo, mirándolo con amor.
Sunoo miró a Sunghoon, sintiendo la conexión profunda entre ellos. Recordó todos los momentos que habían compartido, los altibajos, y cómo habían encontrado el camino de regreso el uno al otro.
—Sunghoon, eres increíble. Me has mostrado tantas cosas esta noche... y siempre —respondió Sunoo, con gratitud.
Sunghoon sonrió, acercándose para darle un tierno beso en la frente.
—Prometo seguir haciéndote feliz, Sunoo. Siempre estaré aquí para ti, para hacer que esos ojos brillen como antes —dijo, con determinación.
Sunoo asintió, sabiendo en ese momento que el brillo en sus ojos no solo representaba alegría, sino también el amor profundo y la conexión especial que compartían.
Y así, bajo las estrellas y con el sonido de la música de fondo, Sunoo y Sunghoon reafirmaron su compromiso de estar juntos, enfrentando cualquier desafío y celebrando cada momento de amor y felicidad que la vida les ofreciera.
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El Reencuentro Que Cambio Mi Vida.
Romance.SUNSUN. El amor se puede presentar en muchas maneras, pero sin dudarlo, el mas esperado siempre será ese amor que tomo años desarrollar, ese que se anhela desde lo mas profundo de nuestro ser, y así mismo esto sucedió con Sunoo y Sunghoon, 2 chico...