Encuentros

84 16 0
                                    


El avión aterrizó suavemente en el Aeropuerto Internacional de Incheon, y Sunoo miró por la ventana, sintiendo una mezcla de nostalgia y nerviosismo. Corea del Sur, su hogar, se extendía ante él, tan familiar y a la vez tan diferente después de tantos años. Junto a él, su madre le dio un apretón en el brazo, ofreciéndole una sonrisa de apoyo.

—Todo irá bien, Sunoo. Estamos de vuelta en casa —dijo ella.

Después de recoger su equipaje, tomaron un taxi hasta su antigua casa. El trayecto estuvo lleno de recuerdos y conversaciones sobre lo que les esperaba. Al llegar, fueron recibidos por su hermana mayor y su padre, quienes los esperaban ansiosos en la puerta.

—¡Sunoo! ¡Mamá! —exclamó su hermana mayor, corriendo a abrazarlos.

—Bienvenidos de nuevo, familia —dijo su padre, envolviéndolos en un abrazo grupal lleno de amor y nostalgia.

El reencuentro estuvo lleno de lágrimas y risas. Se sentaron todos juntos en el salón, compartiendo historias y recuerdos. Sunoo y su madre relataron con detalle sus experiencias en Estados Unidos, desde los desafíos iniciales hasta los éxitos que habían alcanzado.

—Estoy tan orgulloso de ti, Sunoo —dijo su padre, con los ojos brillantes de emoción—. Has logrado tanto en tan poco tiempo.

—Gracias, papá. Ha sido un viaje increíble, pero es bueno estar de vuelta —respondió Sunoo, sintiendo una calidez familiar en su corazón.

Pasaron el resto del día disfrutando de la compañía mutua, poniéndose al día con todo lo que había pasado durante su ausencia. La noche llegó rápidamente, y con ella, la anticipación del día siguiente, cuando Sunoo comenzaría su semestre en la nueva universidad.

El lunes por la mañana, Sunoo se levantó temprano, su corazón latiendo con una mezcla de emoción y nerviosismo. Se vistió con cuidado, queriendo causar una buena impresión en su nuevo entorno. Su madre lo acompañó hasta la puerta, deseándole suerte.

—Estarás bien, Sunoo. Recuerda todo lo que has aprendido y confía en ti mismo.

—Gracias, mamá. Nos vemos luego —respondió él, saliendo con una sonrisa.

Al llegar a la universidad, fue recibido por el decano y llevado a la oficina donde se reuniría con el presidente universitario. Mientras caminaban por los pasillos, Sunoo admiraba las instalaciones y trataba de calmar sus nervios. No podía evitar sentirse un poco fuera de lugar, pero sabía que tenía que enfocarse y dar lo mejor de sí.

—Aquí estamos —dijo el decano, abriendo la puerta de una sala de reuniones—. El presidente ya está aquí esperándote.

Sunoo respiró hondo y entró, preparándose para conocer a su contraparte. Al levantar la vista, su corazón se detuvo por un instante. Allí, parado frente a él, estaba Sunghoon. Su primer amor.

Sunghoon lo miró con una mezcla de sorpresa y emoción contenida.

—Sunoo... —dijo él, con la voz temblorosa.

Sunoo se quedó sin palabras, el pasado y el presente chocando en su mente. No había esperado esto. Nunca se le pasó por la cabeza que Sunghoon sería el presidente universitario.

—Sunghoon... —respondió finalmente, tratando de mantener la compostura.

El decano, sin notar la tensión entre ellos, continuó con la presentación.

—Sunghoon, este es Sunoo, nuestro nuevo sub-presidente universitario que estará con nosotros este semestre. Sunoo, este es Sunghoon, nuestro presidente universitario.

El Reencuentro Que Cambio Mi Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora