Sunoo no había podido dejar de pensar en el encuentro con Sunghoon. Los recuerdos y las emociones habían regresado con fuerza, dejándolo inquieto y confundido. Se había refugiado en su casa, intentando concentrarse en sus estudios y responsabilidades, pero su mente siempre volvía a Sunghoon.
Una tarde, después de una larga sesión de estudio, Sunoo decidió salir a dar un paseo por el parque cercano. Necesitaba despejar su mente. Mientras caminaba, sintió una presencia familiar detrás de él. Se giró, y allí estaba Sunghoon, su expresión determinada.
—Sunghoon, ¿qué haces aquí? —preguntó Sunoo, sintiendo una mezcla de alarma y frustración.
—Necesito hablar contigo, Sunoo. No puedes seguir evitándome —dijo Sunghoon, su voz firme.
—Ya te dije que no tengo tiempo para esto —respondió Sunoo, intentando seguir su camino.
Pero Sunghoon lo detuvo, tomando su brazo con suavidad pero con firmeza.
—No voy a dejar que te vayas esta vez. Tienes que escucharme.
Antes de que Sunoo pudiera protestar, Sunghoon lo llevó hacia un edificio cercano. Era una antigua aula de la universidad, ahora desierta. Sunghoon lo empujó suavemente dentro y cerró la puerta, bloqueando la salida.
—¿Qué estás haciendo? —exclamó Sunoo, sintiendo una mezcla de miedo y enfado.
—Si no quieres escucharme por las buenas, tendrás que hacerlo por las malas —dijo Sunghoon, su voz cargada de desesperación—. Necesitas saber la verdad.
Sunoo se quedó en silencio, mirando a Sunghoon con una mezcla de sorpresa y enojo.
—Bien, habla —dijo finalmente, cruzando los brazos.
Sunghoon respiró hondo, tratando de calmarse. Sus ojos estaban llenos de dolor y arrepentimiento.
—Te evité hace unos años porque pensé que sería lo mejor. Quería que dejáramos de tener esos sentimientos el uno por el otro para poder ser amigos como antes. Pero no funcionó. Cuanto más trataba de alejarme, más crecían mis sentimientos por ti. No podía soportar la idea de perderte, así que pensé que si te alejaba, al menos podríamos ser amigos. Pero fallé. Perdí a mi mejor amigo y a mi primer amor.
Sunoo lo observó, sus palabras resonando en su mente. Las emociones que había reprimido durante tanto tiempo comenzaron a aflorar. Se acercó a Sunghoon, sus ojos llenos de lágrimas de rabia y dolor.
—¡Me hiciste tanto daño, Sunghoon! —gritó, su voz temblando de ira—. Pensé que me habías dejado porque no significaba nada para ti. Me hiciste sentir tan pequeño, tan insignificante.
Sin pensar, levantó la mano y lo abofeteó. El sonido resonó en la habitación, dejando un silencio tenso entre ambos. Sunghoon llevó una mano a su mejilla, sorprendido, pero no dijo nada. Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro, mezclándose con el dolor físico de la bofetada y el dolor emocional que llevaba dentro.
—Lo siento, Sunoo. Lo siento tanto —susurró Sunghoon, sus ojos llenos de arrepentimiento—. Nunca quise hacerte daño. Fui un cobarde y tomé las decisiones equivocadas.
Sunoo lo miró, su propia ira comenzando a desvanecerse ante la sinceridad de Sunghoon. Las lágrimas que había estado conteniendo finalmente brotaron, y cayó de rodillas, dejando que la tristeza y el dolor se liberaran.
Sunghoon se arrodilló junto a él, tratando de consolarlo.
—Por favor, Sunoo, dame otra oportunidad. Déjame demostrarte que he cambiado, que realmente te amo y que siempre lo he hecho.
Sunoo no respondió de inmediato, dejando que sus emociones fluyeran libremente. Después de lo que pareció una eternidad, levantó la vista y miró a Sunghoon a los ojos.
—No sé si puedo perdonarte, Sunghoon. Me hiciste mucho daño, y no sé si puedo volver a confiar en ti.
Sunghoon asintió, aceptando las palabras de Sunoo.
—Lo entiendo. Y no te pido que me perdones de inmediato. Solo quiero que sepas la verdad y que sepas que, a pesar de todo, nunca dejé de amarte.
Sunoo se quedó en silencio, sus pensamientos y emociones en conflicto. Sabía que el camino hacia la reconciliación sería largo y difícil, pero en ese momento, solo quería dejar que el tiempo sanara sus heridas.
—Déjame procesar todo esto, Sunghoon. Necesito tiempo —dijo finalmente, levantándose.
Sunghoon asintió, respetando la petición de Sunoo.
—Tómate todo el tiempo que necesites. Estaré aquí, esperando, si decides que vale la pena intentarlo de nuevo.
Sunoo salió de la habitación, su mente aún en torbellino. Sabía que tenía mucho que pensar y mucho que sanar. Pero por primera vez en mucho tiempo, sentía que podía enfrentar sus emociones y encontrar un camino hacia la paz.
Mientras caminaba de regreso a casa, Sunoo sabía que el futuro era incierto, pero también sabía que tenía la fuerza para enfrentarlo, un paso a la vez.
Después del tenso encuentro con Sunghoon, Sunoo pasó varias noches reflexionando sobre sus sentimientos y la situación. Sabía que Sunghoon había sido una parte importante de su vida y que sus acciones habían sido motivadas por el miedo y la confusión. Aunque las heridas aún estaban frescas, Sunoo decidió que merecían una oportunidad para sanar y reconstruir su relación, aunque solo fuera como amigos.
Un día, Sunoo se reunió con Sunghoon en un café cercano al campus. La tensión entre ellos era palpable, pero ambos sabían que esta conversación era necesaria.
—Sunghoon, he estado pensando mucho en todo lo que dijiste —comenzó Sunoo, mirándolo a los ojos—. Creo que ambos necesitamos tiempo para sanar y entendernos. Quiero que volvamos a ser amigos, pero tendrás que ganarte mi confianza de nuevo.
Sunghoon asintió, sintiendo una mezcla de alivio y determinación.
—Haré lo que sea necesario, Sunoo. Quiero que sepas que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para recuperarte, no solo como amigo, sino también para demostrarte que he cambiado.
—Está bien, pero empecemos por la amistad. Si después de estos meses siento que podemos ser algo más, lo consideraremos. Tienes cinco meses antes de que regrese a Estados Unidos. Hagamos que cuenten —respondió Sunoo, sonriendo ligeramente.
Sunghoon sonrió también, lleno de esperanza.
—Gracias, Sunoo. No te decepcionaré.
Con ese acuerdo, ambos comenzaron a trabajar en su relación, enfocándose en reconstruir la amistad que alguna vez tuvieron. Sunghoon estaba decidido a demostrarle a Sunoo que había cambiado y que sus sentimientos eran genuinos.
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El Reencuentro Que Cambio Mi Vida.
Romance.SUNSUN. El amor se puede presentar en muchas maneras, pero sin dudarlo, el mas esperado siempre será ese amor que tomo años desarrollar, ese que se anhela desde lo mas profundo de nuestro ser, y así mismo esto sucedió con Sunoo y Sunghoon, 2 chico...