No hay palabras que describan la tristeza

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Los calores y hedores se revuelven debajo de las sábanas, es natural.
Empujarme de la cama, pateame de ella, quiero sentirme rechazado antes de ser testigo de una vida normal.
Sentirme ahogado cuando entro a la misma casa que tú por la densa humillación que a su vez envuelve a mi torso.
No digas que no te lo adverti, que sería frío los planetas, nunca digas que en mi recae, quedarte en dónde yo no fui bienvenido: en tí.

Borrador: Entender El Arte De Lo No SatisfactorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora