No hay dictadura sin cuerpo (poesía)

0 0 0
                                    

Hay un banco en mi corazón, desparramando moneda por moneda mi alivio en mi persona y razón.
El odio sale caro, la necedad es una apuesta indecente; poco prudente.
Soy carente de un servicio tan básico como la satisfacción, hay alguien que roba de mi banco mi convicción.
Adeudado se me retiraran los huesos, el páncreas, el intestino grueso.
Pierdo en cada paso un átomo de mi, una gota de sangre: moneda a moneda.
Sutilmente soy ausente en mi deber, debo hasta lo que no se puede deber.
Que eh malgastado burdamente el bien de mi tierra, mi vida, mi aliento, y ahora lo resiento. Que nunca fue suficiente para mí.
Estoy quebrado, necesito un psicologo.

Borrador: Entender El Arte De Lo No SatisfactorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora