Una recopilación de miserias honestas

1 0 0
                                    

Escribo en forma de poema para convencerme de no llorar, para convencerme de no dejar todo de lado cobardemente como solo yo sé hacerlo.

Todo el día hablando de llantos y penas y nunca eh podido soltar una miserable lágrima ¿Tendré que esperar hasta que sea tarde para mí?

Ya no me importan ni las parábolas ni las rimas, con suerte las analogías.

Es solo que estoy dolido de mi propia miseria que vivo temeroso de cono me haré daño.

¿Que hago ahora? Deprimido, dolido, sin un apice de gracia o luz en mi vida, gente, mujeres, amores, todo se ah ido por un caño.

Un mentiroso, un impertinente, y sigo cohibiendo lo que siento por qué cada vez que me acerco a esas heridas el dolor me pide que pare... No soporto el dolor.

Los abusos, las violaciones ¿Le tengo que gritar a este mundo que yo también necesito amor y humanismo en mi vida para no terminar podrido en la miseria, hoy no hay poema, ni hay metáforas, solo un sincero dolido escapando de sus problemas.

Dilemas, eso es mi vida, a este punto, a este ahora, viendo que ya ni si quiera estoy seguro de lo que pienso, veo la incertidumbre en mi vida y me invade unas ganas d gritar, gritar feralmente.

Quiero revolcarme en el suelo como un niño caprichoso y llorar a moco suelto a ver si alguien se digna a darme algo de atención, pero nunca lo haría, por qué lo único que se hacer es hacerme daño, autosabotearme y luego reír de mi miseria con otros a mi alrededor.

¿Los has sentido, no haber hecho nada de tu vida? Este sentimiento de que ojalá todo hubiera sido diferente, todo el dolor, todos los traumas, toda esa penumbra que eh pasado, y si tal vez la gente hubiera tenido un poco de piedad de mi habria sido un buen muchacho.

Ya no que me queda nada, no me ayuden ni me inviten a llorar, pues aunque atesore mi humanidad parece que ya la eh dejado, el poder dejar y mucho menos el no poder llorar me hace pensar que ya nada nunca valdrá la pena de nuevo.

Borrador: Entender El Arte De Lo No SatisfactorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora