Una vida dedicada a ti

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Un texto dedicado a ti....
Todos los días, me la paso sentado en un banco, soy como la planta que reposa sobre la maceta y cada día se siente más insoportable la sensación de como mis piernas se atascan en la madera enraizando las patas. A veces cuando dejó de percibir la realidad a través del papel y la pluma me siento fútil, como una flor si aroma. Pienso sobre lo mediocres que son mis sentimientos, el sadismo de ser, la penumbra de mi existencia y las manchas en mi corazón. Hoy por hoy soy como aquel hombre viejo e ideático, que aún sin lentes ve a través de un filtro tan espontáneo del pensamiento que el propio goce de mis días y mis ideas se escapan con descaro de mis manos, sin embargo ellos no pueden escapar cuando la pluma yo sostengo. En la realidad soy joven, pero siento que la vida se me va, y cada día es una tortura secular que perdurará más allá de mi razón; esa es la tesis de mi existencia. El pasar cada día con un silencio y peso sepulcral sobre mí. Con ojos clavados sobre el papel, con la tinta inundando mis fosas nasales de ese aroma que tanto disfruto, y una maceta con una pequeña planta en el oblicuo de una ventana que siempre está cerrada, condenada a fundirse en el sol por las noches y desnudarse en las mañanas.
Muchas veces se siente como una prisión cincelada con la mera calidez de la vela que prendo por las noches, y yo como niño me aferró tanto a la llamas como puedo por qué es lo único que permite seguir con mi labor. A veces me vuelvo loco y escucho sisear a las sombras, al reloj rugir y a mi estómago maullar. Por qué más allá que el papel donde derrito mis ojos y desgastó mis manos la locura del exterior se siente tan inexorable que no me deja dormir por las noches. Me magulla el no poder dormir por las noches por qué así mi mente se viste de sábanas brumosas que terminan de desmoronarse de forma teatral en ideas burdas, sin carisma o tacto que enamore, ya que mi mente se vence ante las ideas sueltas. Y ahora relató mi vida a través de poemas y escritos... para poder amarla.
Lo habré escrito más de cien veces, o aún más, pero, nací y crecí en un poblado olvidado de Dinamarca, cerca del año 1897; en épocas decembrinas. Yo como un niño nací del abismo y llegué como un milagro a la familia de mi padre, según el yo llegue como un regalo a sus vidas, soy aquel que puso aprueba sus virtudes y creencias, soy aquel que hacía que les calara el inconsciente. Era un ser apelaba al egoísmo por qué era una obligación amarme. Desde pequeño mis sentimientos eran densos como la oscuridad de una noche sin vela. Mi mente se sentía fría y llena de sangre, tan emocional como podía la pasión por lo que está prohibido.
Mi padré oh mi padre, hombre de abundante luz y calor, el amor por el cual no corría sangre sucia, como un corte fino con una cruz. Mi padre era una persona precisa como un clavo en la madera. Era el eclipse por qué el era el día y la noche de nuestro mundo, era una estrella que a través de su polvo austero musitaba la palabra de Dios. Tal como si fuesen pensamientos soberanos de fe cadavérica y desértica, con letra de guerras a la vuelta de esquina. Aún así el era un hombre que amaba a dios y a su familia, acarreaba ovejas al atardecer y sentía la paciencia del tiempo pasar sobre si, sentía como las cosas se le hacían más viejas y como su cuerpo se convertía en ceniza, pero eso estaba bien. Era un hombre orgulloso de su fe, tan orgulloso como lo podría ser el propio cielo. Yo crecí en esos campos, mirando al abismo esperando a ser correspondido, pisando el pasto descalzo, un pasto frondoso de esos burbujeantes que te dan cosquillas cuando caminas sobre el, resbalando me sobre la tierra como gusano, sintiendo el viento corear mi voz temblorosa y a veces limpiando mi pelo de las ideas que se enredaban en el. Con el tiempo mi padre me enseñó a leer con una biblia que cargaba consigo a todos lados, creo que esa biblia era la única constante en la vida de mi padre. Recuerdo que aquellas palabras como imágenes vividas, y nunca olvidaré esas palabras tan llenas de glamur, tan llenas de muerte y pasión, era una lectura tan estoica, en dónde a veces las cosas parecían tan simples que todo se atrofiaba en tu cabeza, ideas averiadas, conceptos rotos, el libro siempre me peso, y fue el libro que nunca pude abrir por mi cuenta. La cobertura de piel desgastada, una piel que a través de sus líneas contaba historias, sus páginas me daban temor, el leerlas se sentía como si el libro estuviera hecho de carne, estuviera hecho de la fe las personas, la tinta con sangre y la cubierta con piel recién arrancada junto con todo lo que alguien puede ser. Me causaba, tristeza, depresión, mi mente se sentía tan inundada de azul, se sentía violada por las palabras de ese libro. Yo sanaba la carne de mi cabeza viajando al pueblo más cercano, a imaginar historias y cantarlas, versos de sabor agrio y pequeños como un terrón de azúcar, apenas usaba palabras y las palabras no estudiaban pues eran tontas, simples para que no se pudieran trabar en mi lengua. Únicamente reclamándole al viento, al pasto y todo aquello que me recordara a dios, ahora que lo pienso, tal vez debí reclamarme a mi mismo.
Eh vuelto de los matorrales que tanto me torturan, a veces quisiera que las ovejas no durmieran por la noche, o que la noche fuese eterna, que fuese inamovible cómo mis ganas de dejar todo atrás, de no tener nada para poder profanar todo. No hay un día de mi vida que no mire al sol mientras siento como mis mejillas se cristalizan con el agua que baja de mis ojos. Ver como el pelaje de las ovejas se mueve, en este lugar, un desierto, dónde espero con fervor encontrar un oasis, con aguas que me embriaguen de pasión y magnificencia, me embriaguen de una brisa cálida y una luz claridosa que me haga abandonar todo, poder amar todo, creo que ese es mi concepto de libertad, sin embargo; ¿Cuál es mi relación con la libertad?
Yo sabía que no era libre, tal vez nunca iba a serlo, sin embargo me acosaba el sentimiento de ni siquiera poder vivir bajo mis propios ideales, de no poder atender mis pasiones, que escapaban del sexo y otros placeres tan materiales, y a lo largo de mi vida me había convertido en un hombre que encontraba valor en las ideas, aunque fueran las cosas materiales las que dieran la genuina libertad. Y las sombras no paraban de pedirme cosas, vaciaba mi bolsillos con mi dinero, pero las sombras no se llenaban. A veces esas sombras trataban de comer de mi, y yo lloraba, lloraba por qué sentía tanta responsabilidad sobre ellos, que mi mente se sentía destartalada, y mi único consuelo era dormir mientras abrazaba las sombras, me ponía en posición fetal y solo me lamentaba de mi mismo.
Cómo brisa de verano mi juventud se fue volando rápido. Vivía ayudando a mi padre y escribiendo con las gotas de lluvia en mente siendo tan aburrido, siendo tan idiota y tan ingenuo. Fui lo peor que le pasó a mi padre, un hombre que vivió frustrado por no poder moldearme, por no poder educarme, que siempre fui una cabra terca, que ni siquiera sus golpes me hicieron ser lo que el quería, un hombre de bien. Ya que un hombre de bien hubiera aceptado que aunque hacía las cosas mal, podía mejorar, pero nunca lo hice, fui apático a la vida, y convicto a mis pasiones. Fui aquel que desafío el amor del hombre.
Y, mientras buscaba el amor del hombre, engarruñe mis ideas y las convertí en una virtud silenciosa, de ser indiferente, y de no ser la manzana tan roja que hoy por hoy sería, si no fuera por qué yo no pude aceptar como una persona normal mis errores. Ver más allá de mi cuerpo desnutrido y sencillamente decir que pude ayudar a mi padre para conseguir más comida, pero en su lugar preferí quejarme al aire y luego decir que el cielo estaba lluvioso por mis versos tan tristes. Me convertí en una persona fuerte en poco tiempo, pero el tiempo no sano las heridas. Yo mismo perpetúe mis miserias, yo mismo escribí este teatro tan triste, yo mismo fui la gota de sangre que tiñó las sábanas de rojo. Se malo o se bueno, a los tibios los vomita dios.
"...Que fuese yo más que aquello que la noche no es, oh que fuese eso que no fueras tu más que parte de mi noche.
De la vida nace mi sueños y mis sueños nacen en una cama donde nada duerme, y ni si quiera la noche descansa, tanto yo como tú espero tomados de la mano verme, y que mis labios se conviertan en una matanza.
Que fuesen las manos que más que una herramienta de tus placeres, y que fuesen tus placeres; que no fueran mi deseo, oh deseo tu codicia así tal como mereces tener todo lo que el enamorado promete, y que no promete el enamorado que no fuera el coqueteo de mis días, y las horas de mi vida.
Que fuese de mi, si tú no fueses lo que todo este tiempo tanto pedí? Que fuese de mi?".
Fue el poema con el que enamore a la madre de mis hijos. Curiosamente, lo considero uno de mis peores trabajos, y para mí es una prueba de que el amor, sin duda alguna: es doloroso.
A través de esto lo único que paso fue que caí en conciencia de que siempre se ama algo. Es por qué siempre se sufre, y muchas veces la felicidad está en encontrar formas de superar el sufrimiento. No es quitarte las cadenas del amor, es saber vivir virtuosamente aún con ellas calando tu piel y mallugandola a medida que cara herida se vuelve una muestra de que no supiste amar pero aún así lo hiciste. Y es curioso como a través de la historia eh dicho que el poder amar todo sin represalia es libertad, pero del alguna tampoco te puedes enamorar de ella, por qué si se ama nunca se es totalmente libre. Y por qué aún así elegí la 'libertad' por qué aún pese a todo esto elijo una opción tan burda? Por qué hay algo muy hermoso, un proceso que surge de maneras muy peculiares en toda la naturaleza, en animales, gusanos, plantas. Crecemos: absolutamente todos crecemos y eso a veces me hace pensar que no es solo el humano quien ama, si no que es el humano el quien se enamora, mientras todo aquello vivo más allá de nosotros ama con la misma intensidad que yo amo las letras. Y siento el tan áspero raspón del amor cada vez que sufro y retomo el papel tanto como la pluma. Tal vez la vida sin amor no sería triste, pero sin duda alguna, no sería igual de llevadera. Por qué curiosamente siento que cosas como el amor son aquellas que escapan de la moral, el deseo y muchas veces del absolutismo del ego, mientras que estás solo o estás rodeado de cosas que amar. Siempre habrá algo que no puedas dejar de pensar en el con fervor. Que los dedos se te caigan de querer tocarlo. Que los ojos te lloren de tanto verlo, y que la lengua se te pudra de querer probarlo... y parece que de nuevo me fui por las ramas, pero vivo con la esperanza de que así como otros seres vivos cambian, nosotros también podamos. Creo que es el deber de aquel que ama es cambiar, aunque eso sea doloroso, tortuoso, o caótico.
Me da tanta pena como matar a un borrego hacer esto. Pero creo que es lo mejor para todos, aunque creo que el hecho de sentirme culpable significa que de alguna manera tal vez algún día la ame... tal vez. Pero que más un horror de mis pensamientos el ser tan horrible y tan desgraciado por amor, de ser natural pero que muchos creen; inhumano, que puede ser causante de un dolor tan eterno como la estrella que siempre miro. Que el hecho de que mis discursos hayan cambiado con el tiempo significa que aunque no esté feliz con mi vida al día de hoy, tal vez siempre eh amado. Amar... que curioso, creo que nunca la ame, solo ame el poema que le escribí. Yo solo estuve enamorado de ella, Y tal vez el único trabajo que me lleve sea el que ella más atesora. Sin duda alguna, fui un amante digno, aunque eso me haga más animal, de lo que la gente quisiera, pero no menos de lo que hubiera deseado antes. Me despido de todo, y espero que así como yo amé escribiendo esto alguien ame leyéndolo. Un texto dedicado al amor.

Ese día una mujer buscaría a su esposo junto con sus hijos...Dueños de un rebaño humilde de ovejas que apenas les daba para vivir... Nunca encontrarían a su padre.

Borrador: Entender El Arte De Lo No SatisfactorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora