D I E C I S É I S | J E T P R I V A D O 🌂

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«Por mucho contrato que tuviésemos, el tiempo que pasaba con él me agradaba hasta tal punto como nunca lo había experimentado

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«Por mucho contrato que tuviésemos, el tiempo que pasaba con él me agradaba hasta tal punto como nunca lo había experimentado. Y me encantaba pasar tiempo con él»

Ava Delacroix.

Con una hermosa joven caminando junto con uno de los millonarios más impresionantes que habían en esa época, un chófer mayor se acercaba a la puerta trasera del Range Rover tras guardar la única maleta que Ava llevaría a Barcelona.

Ava mentiría si dijese que no estaba nerviosa, porque todo estaba a flor de piel. Era la primera vez que subiría a un avión y, sobre todo, que saldría de Inglaterra hacia otro país. Lo que más nerviosa la traía era viajar al lado de semejante hombre tan perfecto que hasta costaba creerse que era real. Pero Tiger tenía defectos como cualquier otra persona, y quizás Ava los descubriese en algún momento de esos meses de contrato que tenían.

Cuando la muchacha se subió, notó lo increíblemente cómoda que se sentía en ese coche. Con los asientos de cuero que parecían recién puestos, un agradable olor a limpio y con las ventanas tintadas de oscuro donde solo ella podía ver desde dentro. Fuera nadie podía verlos y significaba tener toda la intimidad posible para ambos.

Sonriente, observó el lugar mientras se colocaba el cinturón de seguridad.

Tiger se sentó a su lado en los asientos traseros y, desabrochándose la chaqueta que se acababa de poner, miró a la joven que la notaba algo nerviosa.

—¿Bien?

Sabía a que se refería con aquella pregunta y era a como se encontraba después de la primera vez de ella con un juguete sexual como aquel. Lo cierto es que sus piernas flaqueaban, tanto que hasta Tiger tuvo que ayudarla a bajar el edificio, pero poco a poco iba recuperándose.

Apretándose las piernas en aquella falda que llevaba puesta, sonrió con las mejillas totalmente rojas y, al mirarlo, pudo ver aquellos impresionantes ojos oscuros mirándola. Su cabello estaba peinado pero, a la vez, algo rebelde. Se veía que era un hombre joven y muy atractivo, pero el estrés de tener una empresa tan grande se le notaba y quizás, aquella falsa relación, le vendría bien para relajarse de vez en cuando.

Cuando Ava le dedicó una increíble sonrisa que derritió al magnate, supo que debían volver a repetir lo de hacía unos minutos.

—Con ganas de ver que más cosas tienes por enseñarme, Tiger —contestó con una voz seductora que hizo que Tiger tan solo la observase con la boca entreabierta.

Sin poder evitarlo ni un solo segundo más, se acercó al oído de ella para murmurarle;

—Créeme que en Barcelona te esperan los mejores placeres, Bella.

Con el chófer en silencio y una suave canción moderna sonando en la radio del coche, se dirigieron hacia el aeropuerto. Lo que no se esperaba la joven era que en vez de viajar en un avión comercial, viajarían en jet privado, el cual esperaba impaciente a que el coche del señor Davenport aparcase frente a dicho avión.

La Musa Del Magnate [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora